No va como independiente, esa fecha ya se pasó, pero sí va como ciudadana: como candidata externa, sin adherirse como militante al partido que la cobija y sin que necesariamente esté de acuerdo con todos sus lineamientos y decisiones.
“Jurídicamente no les puedo contestar”, dijo ayer Clara Luz Flores cuando los reporteros volvieron a preguntar cuál partido era ese con el que iría de forma tan matizada. Tal vez no pueda decirlo, es cierto, pero si se va por otro distinto del que usted y yo estamos pensando, lo que tiraría al suelo sería su propia credibilidad.
No puede ir por otro partido después de haber renunciado al PRI, que le cerró las puertas, después de no haber aceptado las limitadas y limitantes ofertas del PAN, cuyos dirigentes le prestaban el asiento del copiloto y no más, después de que el aspirante más aguerrido de MC apresura su registro para que no quepa la menor duda que él va porque va y después de que Tatiana Clouthier se bajara de la contienda en Morena justo para dejarle El Paso, tal como ella lo había pedido. Digo, a menos que vaya por el PT...
¿Por qué como ciudadana? Esa es la pregunta que tiene que acabar de responder. Lo que ya dijo, lo reportó detalladamente Notivox ayer, es que como candidata no quiere estar atada a las complicaciones propias de un partido. Y es razonable.
También sería razonable si completara su respuesta con algo más político.
Primero, que en medio de una campaña antimorenista en el estado, no conviene una relación tan apretada entre candidata y partido; así Morena como marca no le aportaría mucho a Clara Luz. Tal vez incluso le restaría. No hay que olvidar que si en 2018 Morena arrasó en el país y en el estado fue porque AMLO estaba en la boleta.
Segundo, que un candidato externo, “ciudadano”, es la mejor opción para que nadie de dentro del partido le haga demasiado ruido. Si la decisión es “ciudadano”, ahí queda: localmente, Morena no jugará a imponer condiciones.
Y claro, tercer punto, que todo esto ya estaría más que planchado con el mismísimo Presidente.
