Pasa que la totalidad de los medios dan como ganador, de la Champions League, al Real Madrid.
Y claro que no es una circunstancia que sorprenda a nadie, pues el Madrid tiene un peso y un calibre, sobre todo en finales, extremadamente pesado y abrumador.
Es natural que el Madrid sea el favorito, el que vaya arriba en las apuestas, el que genere mayor admiración, del que se tengan muy pocas, o casi nulas, dudas sobre su victoria el próximo sábado en Inglaterra.
Nada de esto está fuera de la realidad ni fuera del contexto que envuelve a una de las finales más esperadas del año.
Existe y está arraigado el pensamiento de que el Madrid no juega finales, las gana.
Cierto es y así ha sido siempre, pues el equipo de Ancelotti siempre termina ganando todo trofeo que tiene en frente.
Pero no olvidemos que el Manchester City los tuvo mal, los maltrató bastante y el Madrid, más por cuestión divina, logró extender esa eliminatoria en el Etihad hasta los penales, donde ahí ya se borra todo lo hecho durante los noventa minutos y, en esa instancia, el Manchester City perdonó (al igual que en los 90 minutos) y el Madrid tuvo más experiencia y temple a la hora de tirar los penales.
Inmerecido avance a las semifinales (donde tumbaron al Bayern) tras haberse visto muy reducidos ante el City de Guardiola. Pero bueno, es el Madrid y tiene un ángel siempre que cuida de ellos.
Lo del Bayern Múnich resltó menos complicado de lo que todo Madridista se hubiese imaginado.
El Bayern Múnich fue mera comparsa, sobre todo en el partido de vuelta en el Bernabéu, y el Madrid terminó accediendo fácilmente a una nueva final.
Está también el factor Ancelotti, que siempre, donde se paró, levantó trofeos.
Me impresiona y siempre he admirado el temple del italiano, sus formas correctas, su nulo nerviosismo, su experiencia, su incapacidad para sentirse abrumado o atemorizado.
Eso se los transmite perfectamente a sus futbolistas.
Pero en frente está el Borussia Dortmund, que para nada es un equipo pequeño y mucho menos será mera comparsa del Madrid en “su” final.
El Dortmund es también un equipazo y es capaz de desplegar un gran, gran nivel futbolístico.
Difiero profundamente con quienes están convencidos de que el Madrid ganará fácilmente esta final.
Si el Dortmund juega a su máximo nivel (tienen un tope muy alto) tienen probabilidades de tumbar al Madrid.
Ni el Real Madrid es omnipotente ni el Dortmund es un rival a modo. Siempre he tenido cierto morbo: ver perder al Real Madrid una final de Champions League.
Espero que se me cumpla el sábado.
