El factor mental y anímico del Santos siempre está pendiendo de un hilo: entre la fortaleza mental de los jugadores y su estado de crisis, hay una delgada línea roja.
Son como adolescentes que ocupan el fortalecimiento constante de su salud mental. Y no me estoy burlando, simplemente es lo que veo, percibo, noto (por lo que pasa en el campo).
Es, al fin y al cabo, lo que la afición santista y periodistas vemos en cada partido.
El Santos puede estar jugando bien, tener ciertamente controlado el partido, pero es cuestión de que el rival se les encime, los empate o se ponga en ventaja, para que al Santos se le altere todo el sistema nervioso. Entonces ¿dónde está el profesionalismo?
El futbol tiene más de 100 años y ya casi todos los escenarios son conocidos.
Ahora bien, el futbol es cuestión de capacidades, de talentos, y bueno… el Santos obvio no tiene el plantel de Monterrey, de Tigres, Cruz Azul o América… pero tampoco es el peor plantel de nuestra liga.
Tiene jugadores, se supone, capacitados para por lo menos no colapsar como lo hicieron el pasado viernes ante el poderosísimo Juárez (fue sarcasmo).
La mejor manera, dice Marcelo Bielsa, de conservar un marcador positivo es mantener la misma dinámica que llevó al equipo a conseguir esa ventaja: proponer y atacar.
Eso de contener cerca del arco propio, defender y aguantar al rival solamente lo ha realizado bien un equipo en la historia del futbol: la selección italiana de los años noventa.
Y el Santos, por esencia, no está diseñado, ni preparado, para defenderse y conservar marcadores una vez que se ha puesto en ventaja.
El Santos hace muy bien eso de presionar alto, de proponer, de tener la posesión, de ser dinámico. Eso es lo que hace bien el Santos, y le puede meter un susto a quien sea.
El problema es, como lo mencioné al inicio, su estabilidad emocional durante los partidos; el no saber reaccionar ante situaciones adversas. Parece que nunca tiene un plan “B”.
Existe un plan “A”, pero cuando ese plan hace corto circuito, se termina incendiando el equipo por todos lados. Ya ni Acevedo los pudo salvar. Y eso ya es decir mucho.
Vi un meme de Bob Esponja y Patricio, donde Bob está viendo sumamente molesto a Patricio y este simplemente lo voltea a ver con cara de bobo, de avergonzado.
En la imagen Patricio tiene el escudo del Santos en el pecho, y en la camisa de Bob Esponja dice: “la afición”.
Pues bien, querida afición, viene Tigres al TSM el próximo sábado y no se ve por dónde el Santos pueda evitar ser despedazado.
¿Si el Santos vuelve a perder dirá adiós al torneo?