Dos victorias consecutivas para el Santos. Dos triunfos que vienen a inyectarle confianza a los jugadores y, sobre todo, a la afición.
La victoria ante Querétaro no fue sencilla, pero sí merecida.
El Santos cada vez muestra un poco más de orden y se empieza a notar sintonía en sus líneas.
Es claro que el Santos fue superior al Querétaro; el partido se encaminó, salvo los primeros 20 minutos, de acuerdo a como los de Ambriz quisieron que se jugara.
Por momentos dio la impresión de que el ritmo lo marcaba el Santos.
Si el Santos quería agilizar el partido, lo agilizaba. Si el Santos quería ralentizarlo, lo ralentizaba. Querétaro crecía solamente cuando el Santos se lo permitía.
Es el primer partido, en todo lo que va del torneo, que el Santos manejó casi a su antojo.
Guardada la proporción del rival, el Santos pudo sentirse cómodo y logró desarrollar su juego de acuerdo a las necesidades del equipo.
Claro que el rival cuenta, y el nivel del Querétaro no representó demasiada complejidad.
Digamos que ese equipo no reúne las condiciones para ser considerado rival. Pero el Santos no tiene culpa de ello.
El objetivo del Santos, en este tiempo presente, es ir mejorando con respecto a sí mismo, y eso es lo que se ha venido viendo desde la llegada de Ambriz.
La defensa ya no es un coladero e inclusive Dória se vio ubicado, sólido y seguro en la central. Es un gran avance para él mismo. Su progreso va de menos a más.
Con Ambriz se ha notado cambio y mejoría, actitud y compromiso. Todos esos ingredientes casi nunca se llegaron a juntar bajo el mando de Repetto.
Es claro que ese entrenador nunca le transmitió nada a los jugadores y sus dirigidos nunca terminaron por asimilar sus ideas. Pero Ambriz trae frescura, ideas buenas y simples.
Transmite un mensaje coherente y no se anda con conceptos rebuscados que sean de difícil comprensión para el futbolista.
Creo que al Santos le hacía falta eso. Ya podemos hablar de que verdaderamente se nota la mano del entrenador.
A Nacho hay que seguirle teniendo paciencia porque está demostrando que puede levantar al equipo.
Lo que se viene el próximo sábado es un partido de altísima complejidad, pues viene Cruz Azul, que es sublíder general y arrastra una racha muy positiva, precedida de muy buen nivel en su juego.
Es aquí donde a la afición le toca hacer su papel: acudir al estadio masivamente y apoyar con todo a su equipo, que bien lo necesita y bien se lo ha ganado. Afición: es su turno.
Su Santos ya despertó.
