4. Elecciones de Morena en Coahuila fieles a la frase de Stalin: “Los que votan no deciden nada. Los que cuentan los votos deciden todo”.
El sábado 31 de julio y el domingo 1º de julio, los morenistas coahuilenses instalaron 19 mesas receptoras de votos en los 7 distritos electorales federales con un objetivo: elegir entre 912 candidatos a 70 consejeros nacionales.
En un despliegue brutal de democracia electoral, los 4teistas implementaron los siguientes pasos:
(1) Utilizaron -de manera descarada- el padrón de beneficiarios de los programas sociales del gobierno federal para movilizar a los receptores de dichos programas.
(2) Los coaccionaron para acudir a votar bajo la amenaza de retirarles los beneficios de esos programas.
(3) Los transportaron en taxis o camiones escolares.
(4) Los afiliaron o reafiliaron antes de votar. (5) Les instruyeron por quién votar. (6) los regresaron a sus casas en los mismos taxis o camiones.
(7) Depositados los votos en dichas mesas, inició la verdadera batalla para contar cada uno de ellos, entre los seguidores de Guadiana, el morenista mejor posicionado en la lucha por la candidatura a la gubernatura de Coahuila; Luis Fernando Salazar quien va segundo y Mejía Berdeja “el guerrense con alma coahuilense” que ocupa el último lugar en las encuestas.
(8) ¿Importarán los votos de los sufridos y atemorizados beneficiarios? No.
El resultado final será definido por quienes cuenten los votos a partir de una negociación política -bastante complicada- entre los tres candidatos punteros.
El tercerista Mejía Berdeja es el candidato “fiu fiu” de AMLO; pero Guadiana es el mejor posicionado. Y Salazar, por su parte, apoya a Guadiana.
Mario Delgado -presidente de Morena- intentará disfrazado del mago Mandrake, en mezclilla y camiseta raida por aquello de la austeridad franciscana, sacar un resultado favorable para Mejía Berdeja.
5. Los montes están a punto de parir. Y su hijo no será un ratón. Sino una Morena destripada y dividida desde su interior.
