El 8 de marzo pasado, Día Internacional de la Mujer, más de 180 mil mujeres marcharon en la Ciudad de México para conmemorarlo.
De manera promedio, en las ciudades capitales de las 31 entidades restantes, 930 mil mujeres acompañaron a las mujeres de la CDMX con el mismo mensaje punzante: recordar la lucha de las mujeres por la igualdad, en todos los planos, y el reconocimiento de sus derechos fundamentales.
¿Por quién votará ese millón 110 mil de participantes de esas marchas?
La conciencia de género, la politización y el activismo -en grados y tipos distintos- de esas mujeres, permite sugerir que la gran mayoría de ellas votará en contra de AMLO este próximo 2 de junio, con excepción de los grupos feministas con tendencias anarquistas, descreídas de los partidos políticos.
Ellas saben, sienten y hablan sobre la indiferencia y la antipatía de AMLO contra ellas: su piel transpira la violencia contra las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad.
Conocen, también, la minimización sistemática del presidente a su lucha feminista.
Por ello, manejan información puntual sobre los recortes presupuestales a políticas públicas que fortalecerían sus derechos y, sobre todo, protegerían sus vidas.
Viven con una preocupación en mente: construir solidaridad -y organización autogestiva, alejada de partidos políticos- entre mujeres, desde la empatía y la compasión sin condición alguna.
Finalmente, distinguen con claridad la demagogia feministoide de AMLO, para llenarse la boca cuando declara que la 4T es feminista y que las mujeres de su gabinete y la candidata Claudia Sheinbaum confirman “esa verdad”. (Continuará).