Se ahorraron 5 mil millones de pesos.
En el sexenio pasado se trató de cerrar el penal del Topo Chico y construir uno nuevo, pero por razones financieras y de orden político y social, no se logró el objetivo y continuó el desorden, el hacinamiento, y sobre todo los cotos de poder que existen en los penales viejos, lo que fomenta la criminalidad e impide la rehabilitación de los presos.
Esto se acaba de resolver con una jugada estratégica y financiera. Los presos federales, sobre todo los más peligrosos, se enviaron a otros penales de la República y el resto se trasladaron al penal de Apodaca, que tiene cupo suficiente para albergar a estas personas que requieren una oportunidad para su rehabilitación.
El movimiento financiero fue el ahorro de 5 mil millones de pesos, pues gracias a la Tesorería se logró implementar un mecanismo que permitió este movimiento, sin cargo al erario. Así como criticamos, ahora nos toca reconocer lo bueno de esta acción en beneficio de Nuevo León.
Descartes: Pienso, luego existo…Como en los colegios, una estampita dorada para el gobierno es necesaria para incrementar su autoestima, bastante criticada.