La violencia se ha sofisticado en este municipio.
Yo he vivido en San Pedro la mayor parte de mi vida, exceptuando cuando estuve fuera por razones de mi posición en el servicio público, y conozco este municipio, que es ejemplar en el ingreso per cápita a nivel nacional y que también fue revolucionario en la alternancia de partidos, y ahora tiene un candidato independiente que se hizo alcalde.
Durante algún tiempo he observado la presencia de Marcial Herrera en el estado y el conocimiento que este personaje tiene de la realidad sobre el tema de estados violentos altamente sofisticados, como el secuestro y las muertes por razones del crimen organizado.
Sin embargo, siempre he visto también que en la política de San Pedro no se le ha reconocido su capacidad y gradualmente se le ha excluido de participar en la lides electorales de ese municipio, desperdiciando así sus conocimientos y experiencia para hacer frente a los sinsabores de esta violencia que se ha institucionalizado y que además tiene a muchos de los grandes jefes de los cárteles viviendo en nuestro municipio, porque todos saben las ventajas de primer mundo que hay en San Pedro, derivadas de los ingresos per cápita elevados, de la política de alternancia y de haber tenido munícipes, como Mauricio Fernández, personaje que durante sus gestiones ha hecho cosas muy valiosas.
Los anteriores comentarios justifican que yo, en mi calidad de ciudadano, solicite tanto al estado como principalmente al municipio, que tan bien conoce Marcial, que se le incluya en los programas contra la violencia, dado que en la actualidad se requiere la suma de voluntades y de capacidades para evitar que Nuevo León y en particular San Pedro vuelvan a la vieja época violenta de los secuestros, los crímenes y que en particular se proteja a las mujeres.
Descartes: Pienso, luego existo… Ese es el problema de la política nuestra: desperdiciamos a los que saben, conocen y tienen pasión pública y aprovechamos a los que tienen interés por el poder o por la economía derivada del mismo. En el caso particular de la seguridad, que es el objetivo fundamental del Estado, según los teóricos desde el siglo XVII, debe ser nuestra máxima misión.
Luis Eugenio Todd
