Es una mascarada.
Me llama la atención que los personajes de izquierda que se integraron a Morena, cuando estaba en campaña AMLO, no aparecen en ningún puesto importante, pues Morena se puso a reclutar gente que venía del PRI o del PAN. O sea utilizó a los desertores que buscan el poder, en lugar de integrar a quienes pensaban igual desde el principio. Eso va a provocar una decepción, pues la búsqueda de candidatos se convirtió en un bazar.
En ese mercado cayeron muchos ex priistas y panistas distinguidos, algunos a quienes yo aprecio mucho y también el jefe de la campaña, que es un personaje humanista, honesto, con futuro y un valioso senador que deja su valiosa posición en el Senado para ser parte de este proceso. Es decir, la política se convirtió en una mascarada veneciana.
Qué pena que las personas se pongan la máscara de un partido que no les corresponde, porque pierden su identidad personal y se nota el aprovechamiento de servirse, no de servir al pueblo.
Descartes: Pienso, luego existo… La política está llegando a la ignominia y en realidad lo único que queremos es que exista un equilibrio de poderes.