Hay un cambio de generación
positivo.
Ayer asistí al cambio de dirección médica, donde el doctor Edelmiro Pérez, con una gran capacidad de servicio, de ampliación médica y constructiva y creatividad, que nadie lo puede dudar, entrega la conducción al doctor Óscar Vidal Gutiérrez, que en su mirada representa progreso, cambio y sobre todo ternura hacia su histórica facultad, que ahora va a dirigir.
La Facultad de Medicina y el Hospital Universitario, reitero, son las instituciones más importantes de la UANL porque envuelven la academia, el servicio, la investigación y el desarrollo social en una sola misión, que últimamente un grupo de jóvenes médicos, sobre todo en el Hospital Universitario, la han hecho progresar a niveles que no habíamos conocido y eso hay que reconocerle a Edelmiro Pérez.
Ahora viene un caballero de la ciencia, experto en ginecología y oncología, con una gran formación académica, quien toma las riendas de una institución que tiene el prestigio histórico del doctor Gonzalitos y que se ha convertido en polo regional importantísimo para el desarrollo del servicio, y sobre todo de la investigación, pues sus miembros del SNI son de los mayoritarios en el país.
Lo anterior como parte de la UANL, que también dirige un prestigiado médico, el doctor Santos Guzmán, quien conoce la academia y el servicio, haciendo a un lado el fenómeno de la política del poder y buscando siempre en nuestra Facultad de Medicina el poder del saber, que ahora el nuevo director va a ilustrar.
Vayan mis parabienes al doctor Óscar Vidal y mi esperanza de que siga siendo mi facultad, de donde yo abrevé todos mis conocimientos, mi presente y mi futuro, un ejemplo nacional y regional, en su actitud de servicio que incluye la ciencia, la investigación y el arte de curar, aliviar o comprender, que es en sí el humanismo integral; y como conozco al nuevo director estoy seguro que lo practicará.
Descartes: Pienso, luego existo… Se va un gran médico y llega otro. Y así la línea de una facultad ejemplar y única en el país, continúa en su camino y en su afán de servir, curar, transformar, investigar y sobre todo aliviar el dolor humano, que está ligado a la vida y a la muerte.
Luis Eugenio Todd
