Política

La parafernalia de los contratos gubernamentales

Hay una gran confusión.

Ahora está de moda comentar sobre los contratos para la obra pública, por el caso de José María Riobóo, que está involucrado en la que es la noticia de moda; o sea, la famosa copia de la tesis de la ministra de la Suprema Corte, familiar cercano a un amigo distinguido del señor Presidente y además, contratista antiguo de múltiples obras públicas y cantidad de conflictos, si se revisa la casuística, de todos aquellos que se firmaron previamente.

Todo esto puede ser motivo de crítica, y lo es, porque cada contrato tiene su contrapartida, pues existen señalamientos, quejas y en fin, hay una gran confusión. Esto, con múltiples disposiciones y características legales de cada uno de estos contratos, que se utilizan para probar la honestidad humana.

Esto, a sabiendas de que en el mundo de los negocios lo que importa es el éxito financiero y otros valores han sido dejados de lado, porque no forman parte de esta sociedad de libre consumo y, exceptuando algunos casos de obras caritativas, por lo regular los triunfadores son aquellos que presentan un documento creíble, lo fortalecen con antecedentes, lo involucran directamente en el tema y le agregan aspectos tecnológicos. Y por supuesto usan sus relaciones públicas y sus amistades para lograr vencer a sus contrincantes.

También, y en la actualidad está de moda, hay muchas, miles de obras que no requieren evaluación ni discusión, sino que son otorgadas, con la excusa de que son muy largas o por la simpleza de dar lo que no es de uno y grabar un espectro de duda donde existen diferentes perforaciones, llamémosles así, de los reglamentos y leyes que fueron hechos para que los contratos no tuvieran dejo de duda de su honestidad.

Por eso se lanzan a concurso y frecuentemente gana el mejor, aunque de manera reciente ha habido una anemia de concursos, porque ya la mayor parte de las obras se dan de dedazo o se otorgan al Ejército. En el pasado era de una cobertura que justificaba el éxito de la persona que ganaba el concurso de la obra y que además, seguramente, fortalecía las relaciones interpersonales de aquellos agentes involucrados.

La tesis de la anticorrupción, que es una buena disposición, se ha visto rota por tantos, pasados y recientes también, absurdos en la entrega de compromisos para la obra y en la observación abierta de fenómenos de corrupción o de favoritismo o simplemente, como en el caso de Riobóo y de otros muchos empresarios, hacen los méritos suficientes, políticos y sociales, para ingresar a ese grupo de favoritos, que son los que ganan la mayor parte de la obra pública y que además, reitero, recientemente ni se usan los contratos, porque se supone que la decisión individual es más rápida y acelera las obras, evitando toda la parafernalia y papeleo de las cosas bien hechas, como se hace en otros países.

Yo espero que se haga un estudio y se nomine una comisión que diseñe proyectos que son imbatibles por la corrupción y por los otros factores aquí descritos. Quizá, mientras más simple sea, como es el que es más barato o el que tiene un avalúo técnico, más sencillo será defender la lucha permanente, que se ha dado desde los fenicios, contra la corrupción.

Descartes: Pienso, luego existo… La lucha contra la corrupción no es fácil. Lo que es fácil son las palabras que dan esperanza, pero que están aceptadas como enfermedad crónica, aquí y en otras partes.

Luis Eugenio Todd

Google news logo
Síguenos en
Luis Eugenio Todd
  • Luis Eugenio Todd
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.