Hay confusión en el manejo
de la ciencia nacional.
Con el tema de los fideicomisos y la desaparición de ayuda a programas científicos se ha producido una verdadera confusión, no de carácter administrativo o político, sino de carácter axiológico, o sea, de valores, y se ha soslayado que la ciencia, la tecnología y la innovación son las que nos darán verdadera independencia y soberanía nacional.
El Presidente cree que somos autosuficientes en muchos temas, y particularmente en ciencia, y no cree en la globalización y en la intercomunicación, desaprovechando la formación excelsa de los intelectuales y científicos que tenemos.
Ojalá rectifique y se le dé a la ciencia, la tecnología y la innovación, el lugar que se merecen en el triángulo que se diseñó hace años entre gobierno, universidad y empresa, para crear el triple éxito, que es la solución en muchos países, como Japón, donde la inversión de la IP en investigación es mayor al 60% del total. De no hacerlo seremos siempre un país servil, sin soberanía ni productos de valor agregado.
Descartes: Pienso, luego existo… El Presidente tiene que entender que estamos en el siglo XXI, donde la inteligencia artificial dominará el futuro del mundo.