Administración: tercer mundo.
Un medio publicó que la UANL había tenido un desvío fiscal. Por supuesto la tesorera, que es muy inteligente, se dio cuenta que había una irregularidad, pero de ninguna manera mala fe y así lo contestó el rector.
Estas acusaciones frívolas son frecuentes en la época actual y gracias a que tenemos a Margarita Ríos-Farjat, se equilibran estos errores.
La opinión pública, que es ciega, está atenta a buscar la maldad en la función pública, sin dar cuenta que en el transcurso del tiempo, las auditorías son de primer mundo y la administración de la 4T de tercer mundo.
Entonces uno puede ser muy honesto, pero sus resultados se presentan en un sistema administrativo muy estricto y la prensa lo aprovecha de inmediato para hacer escándalos y vender periódicos. La verdad es que algo queda en la calumnia y continúa la desconfianza institucional.
No digo que la UANL es perfecta, pero tiene mejor ranking de agencias internacionales y es una de las mejores instituciones académicas y de investigación de nuestro país. Por lo anterior, no entiendo la morbosidad de la noticia.
Descartes: Pienso, luego existo… ¡Ay de aquel que escandalice!