Lo importante es estar a tiempo y en el tiempo.
La experiencia me enseña que la aceleración del deseo del poder es dañina para la función pública, porque desvía la atención de la responsabilidad fundamental del servicio, por buscar el poder a como dé lugar. Eso incluye alianzas contra natura, que ya han existido, y desfiguros prematuros.
Resulta que el PAN ya está abriendo el juego, aunque ahí el único que tiene posibilidades es Mauricio Fernández. El PRI está sometido a conflictos internos y en lugar de buscar la unidad, van a debilitar más la imagen de ese partido que requiere recuperarse de la debacle que sufrió con la llegada de AMLO. En otros partidos también hay contradicciones y gente que, aprovechando la historia de Luis Donaldo Colosio pretende usarlo, y otros utilizan las redes sociales para, según ellos, ubicarse. Igualmente El Bronco está ya viendo el futuro. Por eso los ciudadanos nos preguntamos:
¿A qué horas los personajes del servicio público piensan en su trabajo y en su obligación de servicio y no en la búsqueda del poder político? Hay que enseñarles una escala de valores.
Descartes: Pienso, luego existo… Hay que llegar con todos y a tiempo, como decía León Felipe.