Tradicionalmente, desde la Constitución de 1924 y luego la revolucionada de 1917, se habían consolidado el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial. Pero ahora ya hay atisbos, aprobados por la Cámara de Diputados, de que va a haber el cuarto poder; o sea, el poder militar.
Cuando me refiero a esto, no lo hago en fase de sorna, y mucho menos dando las excusas que se esgrimieron para llevar a cabo una decisión que parece ser anticonstitucional, por los argumentos históricos descritos y por lo que está en el texto, que dice que la Policía estará al servicio cívico y que tendrá siempre una responsabilidad alejada de la milicia, que tiene sus objetivos muy claros de defender la soberanía nacional.
Los diputados argumentaron que solo la milicia puede controlar la violencia, la inseguridad, el narcotráfico y el crimen organizado, que está en una fase creciente y también parece ser otro poder, por lo que ahora tendremos, si nos dejamos, cinco poderes, porque también el crimen organizado tiene su forma de actuar, sus leyes internas, sus alianzas y se ha constituido en una fuerza muy poderosa en la mayor parte de los estados de la República, incluyendo el nuestro.
La decisión, tomada en la Cámara de Diputados, va a discutirse en el Senado de la República, y es muy probable que, por más que exista un Monreal semiindependiente, las fuerzas de la política del poder se aglutinarán. Todo bajo el control de Morena. Es decir, hay una regresión a la época priista.
Yo espero que Monreal use la razón y que en el Senado se evite este lapsus jurídico y antidemocrático, pues la Constitución establece que solo existen los poderes Legislativo, Judicial y Ejecutivo, y nuevos poderes solo vendrían a darle una estrujada a la clásica democracia que existe desde tiempos inmemoriales.
Descartes: Pienso, luego existo… Yo no sé a dónde vamos, pero lo que sí me enseñaron de chico, es que el Ejército no era un poder, sino que estaba al servicio del poder civil y que así lo describe la Carta Magna. Pero como todo cambia, ya nada me asusta, pero sí espero que el Senado razone y no se adapte obedientemente a esta sinrazón.