La cuarta edición del Gran Premio de México volvió a resultar un éxito en la organización, lo deportivo y la gran derrama económica que dejó un evento de esta magnitud. De igual manera, en Los Ángeles, los Medias Rojas de Boston redondearon una formidable temporada para vencer en cinco juegos a los Dodgers de Los Ángeles y celebrar de esta manera el noveno título de su historia.
En la capital del país, Lewis Hamilton no estuvo nada cómodo durante la carrera debido a que según él, su equipo no eligió correctamente el tipo de llantas para la carrera, de ahí que el británico no pudo ofrecer la mejor actuación de la temporada, pero el cuarto lugar en el que cruzó la meta fue suficiente para que celebrara su quinto título mundial, segundo de manera consecutiva e igualara al argentino Juan Manuel Fangio, como los segundos con más campeonatos en la historia de la Fórmula uno, solo detrás de los siete de Michael Schumacher.
A final de cuentas el triunfador fue de nueva cuenta el joven holandés Max Verstappen, con los Ferraris de Vettel y Räikkönen completando el podio. Lastimosamente Checo Pérez abandonó por un problema con los frenos.
Ojalá que el nuevo gobierno tenga a bien renovar el contrato (una inversión nada barata, pero que se recupera y deja grandes utilidades) para que sigamos disfrutando de la máxima categoría en nuestro país. Por lo pronto el 2019 está asegurado.
Y en el beisbol, los Medias Rojas no le dieron oportunidad a los Dodgers de terminar con 30 años de sequía y demostraron porqué fueron el mejor equipo en las Grandes Ligas, coronándose con un mánager novato, Alex Cora, que supo manejar muy bien un roster muy talentoso. Muchos dicen que a esta novena de Boston hay que considerarla entre las mejores de todos los tiempos y que tiene todo para convertirse en dinastía.
Al tiempo.
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