así como nos motiva hablar de la buena influencia que tienen las nuevas tecnologías en la calidad de vida de todos los seres humanos, hoy con mucha tristeza tengo que describir el impacto negativo que sufrimos los usuarios de tecnología, por la mala gestión que de ella hacen proveedores y prestadores de servicio.
En estos meses de encierro, el servicio, constante y de calidad de Internet, es más que indispensable; por ello, se tendría que encontrar una forma para que los prestadores de servicio fueran más responsables.
El mundo ya está cambiando a la tecnología 5G, y en México estamos contra la generación de energías renovables; es verdaderamente un contrasentido.
Sabemos que las inversiones para incorporarnos a la red 5G son multimillonarias; ¿cómo podemos exigir a los inversionistas un compromiso de crecimiento, ante la incertidumbre que se vive en nuestro país?
Existen cientos de miles de usuarios que padecen la mala conexión y baja de velocidad en internet; el mundo cambia a un ritmo que nos rebasa y pudiéramos quedar rezagados ante nuestros socios comerciales que ya están implementando herramientas basadas en esas tecnologías.
La tecnología es increíble; quienes la gestionan mal, tienen que asumir las consecuencias de su irresponsabilidad.
No podemos ser pasivos ante estos cambios, requerimos actualizar las políticas de uso y acceso universal a las telecomunicaciones de última generación.
La entrada en vigor del T-MEC va a poner en evidencia el rezago tecnológico; por ejemplo, en temas de logística aduanera, ¿cómo vamos a responder a esos retos?
Habrá que poner todo nuestro esfuerzo y dedicación para actualizar estos temas de gran trascendencia. _