En nuestra lectura semanal de Singularity Hub, en esta ocasión encontramos un artículo de Adele Peters, publicado en el sitio web The Fast Company, con el tema de cómo capturar carbono de la atmósfera, en una forma sencilla, barata y altamente eficiente.
Una empresa llamada Running Tide inició un emprendimiento de acuacultura de mariscos y, simultáneamente, está trabajando en un proyecto más radical, criar algas marinas en el océano abierto y luego hundirlas en el fondo marino para encapsular el carbono del interior.
La empresa sostiene que el enfoque podría ser esencialmente una forma permanente de lidiar con el exceso de carbono en la atmósfera.
Como los árboles, los bosques de algas absorben carbono del aire a medida que crecen.
Pero mientras que el carbono de los bosques terrestres a veces se puede perder, como en California donde se han quemado más de 2 millones de acres de árboles en lo que va de año, las algas que se hunden en el fondo del océano pueden permanecer allí durante siglos.
“Una vez que desciende por debajo de los 1000 metros, no vuelve a subir, porque las presiones son tan grandes”, dice Marty Odlin, fundador de Running Tide, “por lo que puede obtener al menos 1000 años de encapsulación de carbono. Lo más probable es que se convierta en petróleo o sedimento y sea atrapado en escala de tiempo geológica, o sea, millones de años”.
Si se realiza a gran escala, el proceso podría marcar una diferencia significativa. Un estudio de 2019 que analizó el potencial del cultivo de algas marinas para compensar las emisiones de carbono calculó que el crecimiento y el hundimiento de macroalgas en una pequeña fracción de las aguas federales frente a la costa de California podrían compensar por completo las emisiones de la enorme industria agrícola de todo el estado, por ejemplo.
Proyectos de emisiones negativas como este -o restauración forestal o tecnología diseñada para absorber carbono del aire- serán necesarios para alcanzar los objetivos climáticos. También es necesario cambiar a soluciones con cero emisiones de carbono, como las energías renovables; pero el mundo también necesitará capturar el exceso de carbono que ya existe (y compensar sectores como la aviación que se descarbonizarán más lentamente).
Más empresas del mismo sector están ensayando con opciones diferentes, pero todas enfocadas a capturar el carbono de una forma natural y muy en sintonía con la naturaleza.
Nos falta mucho por ver en este incipiente tema. _