La velocidad de los avances tecnológicos es cada día mayor y supera por mucho nuestra capacidad de asombro. Hace solo unos cuantos meses, compartimos en esta columna, los descubrimientos en laboratorio respecto de la producción de carne a partir de células madre. Hoy ya existen 2 compañías comercializando carne de res, pollo y pato, Memphis Meat y Just Inc. producida a partir de células, de estas diferentes especies. Lo irónico, es que las asociaciones de criadores tradicionales de ganado y aves, están buscando por medios legales, el prohibir que estos productos se publiciten como “Carne”, ya que -argumentan- “Esta carne no proviene del sacrificio tradicional de animales”. Este argumento parece muy endeble y contradictorio, ya que las células madre, provienen efectivamente de un animal vivo e incluso seleccionado para que las características de dichas células sean las mejores, es decir, las que contengan mayor porcentaje de proteínas, menos grasa, mejor sabor, jugo, consistencia etc. ya que lo que se hace en laboratorio, es reproducir las células seleccionadas y aglutinarlas logrando con ello una trozo de carne tan buena y tan fresca como la tradicional, con una diferencia abismal, no existe más el sacrificio del animal. De igual manera nos encontramos con avances extraordinarios en la forma en que haremos la agricultura en los años venideros, lo que hoy conocemos como Farmer 3.0 contempla una agricultura impulsada por granjas verticales y urbanas y el uso de CRISPR (“Repeticiones Palindrómicas Cortas Agrupadas y Regularmente interespaciadas) el revolucionario sistema de modificación genética. Las granjas verticales y la agricultura urbana están empoderando a una nueva clase de empresarios agrícolas. Los cambios siempre presentan rechazos y seguramente iremos encontrando más conforme vayan avanzando las sorpresas que nos deparan el uso y las aplicaciones desarrolladas a partir de la nuevas tecnologías. Las controversias en la aceptación de nuevas formas de producir y desarrollar productos y servicios, van a costar mucho trabajo y dinero, generado por las regulaciones a las que se van a ver sometidas estas nuevas formas de hacer las cosas. Por momentos, pareciera que retrocedemos al siglo XV en donde cualquier descubrimiento fuera de lo tradicional, se le tachaba de diabólico y de hechicería y habia que erradicarlo de fondo. Las perspectivas a mediano plazo, de que el futuro de la humanidad está lleno de abundancia y gran calidad de vida, son muy positivas, requerimos tener la disposición al cambio y correr los riesgos inherentes, facilitando una transición tersa. Es por ello que insistimos tanto en la importancia de utilizar el pensamiento exponencial, como vehículo de apoyo para entender y comprender la magnitud de estos cambios que irremediablemente vamos a experimentar.
Carne y Farmer 3.0 vs superstición al cambio
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Luis Apperti
Tampico /