Mirar el documental Soles negros es equivalente a dar un vistazo a la Caja de Pandora que guarda los principales males que tiene México, concretamente los generados por el Narcotráfico y el recrudecimiento de la violencia durante la última década que no puede entenderse sin la complicidad del Estado.
Julien Elie nos presenta de manera bastante completa los casos más emblemáticos en cuanto al asesinato de migrantes, periodistas, zonas de alerta por feminicidios, la desaparición forzada y la lucha constante de los activistas y las víctimas por esclarecer los crímenes.
El documental comienza planteando el escenario de las muertas de Juárez y ahí es preciso destacar que lo aborda desde su origen en la década de las noventa.
El director refleja un guión potente y digno de una investigación periodística de primer nivel.
Apreciamos cómo el Estado fue permisivo por años de la desaparición de las mujeres y, posteriormente, de su asesinato.
Todo subió de tono después del 2006 cuando vino la Guerra contra el Narcotráfico en el sexenio de Felipe Calderón y la línea divisoria entre la criminalidad y la autoridad se desdibujó completamente.
El siguiente capítulo tenemos como escenario Ecatepec, Estado de México, donde somos testigos de los testimonios de las familiares que perdieron una familiar víctima de feminicidio y la violencia que impera en el municipio más grande de Latinoamérica.
La masacre de los 72 migrantes de San Fernando en Tamaulipas también tiene su lugar en el documental y revisarlo nos permite entender el motivo por el que las caravanas migrantes surgieron como una manera de visibilizar un problema e incluso proteger a los centroamericanos en sus traslados.
También encontramos el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el asesinato de sacerdotes, los colectivos de búsqueda de desaparecidos en Veracruz y el multihomicidio de la colonia Narvarte donde un periodista Rubén Espinoza, la activista Nadia Vera y otras tres mujeres.
Soles negros representa no nada más el mejor documental con contenido social del año, sino también de la historia reciente por su alto impacto visual, testimonial y reflexivo en torno a un Estado fallido.