El suceso entre Chris Rock, Will Smith y Jada Pinkett se han llevado toda la conversación de los Oscar. El desafortunado comentario de Rock es la muestra clara de cómo una burla, a pesar de ser violenta y probablemente porque aún no se le identifica como tal, es permitida, aceptada y celebrada en el ambiente público. La reprobación social y mediática de Smith que le movió a declarar una disculpa, por otra parte, es el ejemplo de lo fácil que es identificar una forma de violencia física.
Las violencia estética y misógina en el comentario de Rich son dos formas de violencia social, porque se sustenta en la exigencia del cumplimiento de estereotipos de belleza femenina en que las mujeres, para ser aceptadas y respetadas, deben lucir el cabello largo y arreglado. Pero lo que parece que aún nadie ha notado es el capacitismo, que es otra forma de violencia social.
Se le conoce como capacitismo a los ejercicios violentos, directos o indirectos, a las personas que viven con una condición médica ya sea temporal, como una gripe, o permanente, como una discapacidad o una enfermedad crónica.
La premisa capacitista se basa en que hay personas “capaces” de cumplir con las exigencias de la norma. La de Jada es una enfermedad autoinmune llamada alopecia, que la “incapacita” para cumplir los estereotipos de belleza. En la lógica capacitista, no cabe el entendimiento de que una condición médica impacta en el estilo de vida y apariencia de las personas.
El proceso de salud y enfermedad es humano y totalmente válido, no tendría por qué ser motivo de burla vivir con una condición médica. Nadie tendría por qué vivir violencia por atravesar un proceso de enfermedad con su cuerpo.
Por eso es importante señalar y hablar de capacitismo.
Lol Canul
Twitter: @lolcanul
