Como espectadora, extraño mucho el arte de manera presencial: los conciertos, la danza, los museos y por supuesto el teatro. Durante la pandemia y debido a las recomendaciones de cuarentena han sido sectores muy perjudicados, aunque esto no ha mermado el interés de producir y apreciar las propuestas que han sabido adaptarse a la situación.
Una de tales es “Volpone recargado”, una puesta en escena por vía digital que, en palabras de su directora Teresina Bueno, ha usado los medios disponibles para llevar hasta el público una adaptación de la obra. Se trata de un montaje en manos de estudiantes de la licenciatura en teatro del Instituto de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, que, superando el reto de la pandemia, han encaminado sus aprendizajes a plantear a través de una videollamada, una experiencia muy interesante.
Es claro que el proceso para apropiarse del teatro no es igual a través de una computadora, pero es digno de reconocer que la exigencia para las y los artistas que interpretan la actuación es amplia, al tener que incorporar habilidades para la presencia ante la cámara, el maquillaje, el vestuario y todo el trabajo de staff.
No es la primera vez que decido formar parte de una obra adaptada a las tecnologías y debo decir que vale bastante el tiempo invertido. Creo que el esfuerzo logra llevar momentos de risa y drama al público y que, por supuesto, merece el reconocimiento y divulgación.
Volpone recargado presenta sus últimas fechas el 21 y 22 de diciembre, es decir, aún hay tiempo para hacer su reservación por Instagram que es donde encuentra su taquilla de promoción. La presente columna es un esfuerzo honesto de dar visibilidad al trabajo meritorio de este grupo de estudiantes y brindar la invitación para el ocio a través de la pantalla a quien así lo desee.
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