Luego de muchas batallas en Latinoamérica se ha avanzado en el reconocimiento formal del derecho de las mujeres para garantizar su libertad de expresión en condiciones de igualdad y no discriminación en la escena pública y política. Sin embargo, pese a los avances en algunos marcos normativos siguen existiendo brechas de género que no han sido reducidas y el campo del periodismo no es la excepción.
El próximo 23 de marzo se cumplen dos años del asesinato de la periodista Miroslava Breach Velducea, reconocida por sus colegas como una mujer “valiente, apasionada por la justicia, que nunca se dejó manipular”, capaz de contar con el respeto de las fuentes que a veces llegaba a criticar gracias al rigor periodístico “muy cabrón” que sostenía en sus trabajos.
Breach fue asesinada a balazos una mañana de jueves cuando esperaba, a bordo de su camioneta, a su hijo Carlos para llevarlo a la escuela. La historia de la mujer periodista, madre y destacada por su desempeño profesional que fue asesinada por dos matones a sueldo, por desgracia, ejemplifica el contexto de riesgo de las mujeres dedicadas al periodismo en México y en el mundo.
De acuerdo con el informe Mujeres Periodistas y Libertad de Expresión, Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos “Los actos de violencia contra las mujeres, y en especial contra las mujeres periodistas, no son actos aislados, sino que son sintomáticos de un patrón de discriminación estructural contra las mujeres, que tiene sus raíces en conceptos referentes a la inferioridad y subordinación de las mujeres ante los hombres.” Tal vez, a partir de esta visión se podrían explicar por qué hay pocas mujeres en puestos directivos y las razones por las que su participación es intencionalmente menor en la agenda pública.
La Relatoría Especial documentó siete homicidios en Latinoamérica entre el 2012 y 2018 de comunicadoras y trabajadoras de medios que podrían vincularse con su trabajo.
Cinco casos ocurridos en México: los asesinatos de las periodistas Regina Martínez (2012) y Miroslava Breach (2017), así como la administrativa de un diario Irasema Becerra (2012), de la tuitera María del Rosario Fuentes Rubio (2014) y de la bloguera Leslie Ann Pamela Montenegro (2018).
En general la violencia contra la mujer va en aumento y crece incluso en las profesiones que están vinculadas a espacios de participación en la vida pública. Tragedia en México: el silencio se ha convertido en sinónimo de muerte, también para las mujeres periodistas.
@nonobarreiro