Digo tu nombre, y los poros húmedos de tu salitre brincan como una ola que revienta en la escollera. Allí mirando el horizonte abres tus brazos y vuela la camisa azul como una bandera de bienvenida.
Es el trópico con su huapilla que refresca los días de calor, sus árboles de mango donde el tic tic tic del pájaro carpintero afila su pico y hace tu casa nuestra.
Digo tu nombre, y me voy en el tranvía de la nostalgia a vagar por las calles, veo una belleza gris en sus edificios, en las curvas de la ciudad, llegamos a estación Árbol Grande donde las raíces cimentaron familias enteras, era un bullicio, venían de Veracruz, Celaya,
San Luis Potosí, Monterrey, Orizaba a encontrar los sueños del oro negro, un imán para el comercio, abandonaron las minas, el surco, la molienda.
Allí nació el primer nieto porteño con las notas de la Marcha de Zacatecas, que tía María tocaba en su piano.
Digo tu nombre y en la curva del río Pánuco, va una lancha pregonando los sabores huachinango, robalo, empanadas de cazón, pemoles.
Los huapangueros rasgan las cuerdas de su jarana, de la quinta y un violín llora.
Las gaviotas dan su vuelta cerca, el agua chapotea, al vaivén de las olas, se ve el paso de Casablanca no el del café de Rick, sino del bar Palacio, donde espera Humphrey Bogart.
La sombra de los árboles del parque Águila en silencio nos reciben, de la ceiba brota la pelusa blanca de sus semillas estrelladas, mientras saboreo una paleta de jovito y su miel escurre por el brazo y la mano y tú la besas, inundado de este bendito trópico.
Cae la tarde, como un fuego flota en la Laguna del Chairel, mudos dejamos que sus llamas crepiten hacia la noche.
Digo tu nombre, tres sílabas como peces plateados, saltan, agua en los labios de sal, tu nombre de cultura milenaria desde Tancol y las Flores, camino de tu brazo, escucho los latidos de esta ciudad que cumple 200 años, y pueden ser 500, no importa.
Digo Tampico, y cada rincón del corazón te nombra como un poema, una canción, una plegaria, y el beso perpetuo del nuevo amanecer.
¡Felices fiestas! Carpe diem.