¿Y si un misil cambia su rumbo? Seguiremos como hoy, a veces cansados sin rumbo, peleando espacios, talando mangles, o defenderemos nuestros sueños amorosos como Florentino Ariza que esperó 51 años, 9 meses y 4 días para declarar contra todo su gran Amor. “Es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites”.
Grandes idealistas como Mahatma Gandhi, Martin Luther King, Nelson Mandela siguen vivos porque sus anhelos y fuerza tenían un fin, una esperanza un deseo de libertad y en ello se afanaron.
Con el agua a tope en cada rincón del puerto, los cocodrilos nadando a sus anchas, los hoyancos o cráteres de asfalto y bromeamos con las imágenes, dando chispas alegres a la desgracia, seguimos caminando.
Miro un recoveco de mi niñez, haciendo barcos de papel, los suelto en la orilla de la banqueta, donde el hilo de agua sigue fluyendo y quiero que lleguen a mar abierta, salgo a mojar mi rostro con la frescura de la lluvia, tomo fotos a las gotas que dejan su marca en los helechos, en las hojas, en los pétalos que no soportaron el peso del agua y digo: gracias.
Los que perdieron sus pertenencias, me dirán con justa razón: inconsciente. Vayamos a un aprendizaje compartido, necesario para mirarnos y construir. La lección de la Naturaleza es contundente y no la podremos vencer por más inteligencia artificial, nuclear, atómica contraria a sus principios.
Umberto Eco en una frase muestra la relación hombre versus natura “Solo siendo prisionero de ti disfruto de la más sublime de las libertades” Parece una paradoja, si profundizamos un poco, y releemos esas palabras, o realizamos una comparación con algo que nos apasiona entonces, revelaran un significado.
Busque cuál es la pasión, que cada mañana lo lanza a moverse, a edificar esa idea intangible que aún no ha concretado, las horas se consumen en un tris y los misiles andan sueltos.
Vaya a la poesía: Óyeme como quien oye llover, / ni atenta ni distraída/pasos leves, llovizna/ agua que es aire, aire que es tiempo, el día no acaba de irse / la noche no llega todavía, / figuraciones de la niebla al doblar la esquina… versos de Octavio Paz. La poesía trastoca el lenguaje, es fundamental para nuestro espíritu.
Si nos vamos a inundar que sea de poesía.
Carpe diem.