El fin de semana pasado estuvo en Guanajuato Claudia y Libia la recibió y la atendió como buena anfitriona, firmaron un convenio de colaboración para la tecnificación del campo, acordaron la construcción de un acueducto y trataron temas de educación; cualquiera podría decir que fue una jornada provechosa de trabajo para Guanajuato y en obvio para México, sin embargo se ve molestia en los bandos aplaudidores de cada lado que ahora en lugar de aplaudir reprochan y hablan de traiciones y deslealtades. Vamos por partes, primero que nada, Guanajuato es México, es un muy buen avance que el Gobierno Federal deje de ver al Estado como adversario, Guanajuato no es y no le conviene ser enemigo de México, ya basta de luchas de poder, en donde demostrar superioridad territorial conduce a lastimar una propia parte del territorio nacional, la Presidenta hace bien en atender al Estado.
En este mismo orden, la Gobernadora está consciente de las necesidades de su Estado y entiende como buena política que es, la necesidad de coordinarse con la federación, no hay manera de resolver estos temas de manera aislada al resto del país y mucho menos desde una posición confrontativa, la Gobernadora hace bien en colaborar con el Gobierno Federal.
Mexicanos somos todos, azules y guindas, del color que les guste o incluso sin color, y nos debe importar más que cualquier afiliación, que se atiendan y resuelvan los problemas que vivimos diariamente, sin importar a que partido le vayas, a todos nos afecta la inseguridad, la falta de agua, las carencias en salud y educación, a todos nos perjudican los aranceles y el bajo crecimiento económico. Esto no es un partido de Fut donde unos ganan y otros pierden, aquí si le va mal a Claudia le va mal a Guanajuato y si le va mal a Libia le perjudica a México.
Nos hemos metido en una separación entre mexicanos que a nadie beneficia más que a los que quieren robar y abusar del poder, esos nos quieren peleando entre nosotros para poder hacer sus fechorías sin que nadie les reclame. No seamos ciegos y veamos más allá de izquierdas y derechas.
El trabajo colaborativo no implica sumisión, ni entreguismo; somos parte de un país, pertenecemos a un sistema y trabajar en conjunto con el resto de México, es lo más inteligente que Guanajuato puede hacer. Que trabajen juntas, que trabajen por Guanajuato y por México, sin comparaciones, sin rencores, las dos tienen una encomienda y es buscar el bien de los mexicanos antes que buscar votos o aplausos.