Negocios

El gol de Televisa con el América

La colocación en el mercado bursátil del Club América a través del holding Ollamani (que significa juego de pelota en náhuatl) fue un éxito tanto para Televisa como para los inversionistas. En el primer día de cotización, sus títulos se dispararon 157%. y aunque han bajado un poco desde entonces, siguen muy por encima de su precio de salida. 

A diferencia de la mayoría de las inversiones en bolsa, en las que el vínculo entre inversionista y empresa es mínimo o inexistente, en el caso de las “Águilas” puede llegar a ser profundo. Estoy seguro de que muchos de quienes compraron títulos (y que impulsaron el fuerte rally en el precio) tomaron su decisión más por su afición al América y la oportunidad de ser parte del club más exitoso del futbol mexicano que por fundamentos financieros. Sospecho incluso que a algunos de ellos no les importa tanto el desempeño de la acción y lo que buscan es sentirse más cerca de su equipo favorito. Con más de 40 millones de leales y orgullosos seguidores en México y Estados Unidos, el América tiene un respaldo potencial de inversionistas enorme. 

Sin embargo, vale la pena ser conscientes que mezclar la emoción con la razón no siempre acaba bien en términos financieros. El entusiasmo de los aficionados por comprar un pedazo de un club deportivo puede sostener el precio de la acción por algún tiempo, pero si el negocio no cuenta con fundamentos sólidos, llega un momento en el que la fuerza de gravedad financiera los alcanza. 

Basta observar el comportamiento de algunos de los equipos de futbol que cotizan en bolsa. La acción del club italiano Juventus, por ejemplo, cotiza hoy a una cuarta parte del valor que alcanzó hace más de 20 años. La del club alemán Borussia Dormund está a la mitad en un periodo similar. La del Manchester United, uno de los equipos más populares del planeta, vale una cuarta parte menos que hace cinco años.

Esto no quiere decir que les vaya a ir mal a los accionistas de Ollamani. Todo indica que sus perspectivas son buenas. Además del América, Ollamani es dueña del Estadio Azteca, un negocio de apuestas (PlayCity) y uno de revistas (editorial Televisa), por lo que la inversión está diversificada (de hecho, el negocio del futbol no es el más importante en términos de ingresos, sino PlayCity). El Azteca se prepara para una remodelación que lo pondrá a la vanguardia de los estadios modernos y que le permitirá aprovechar mejor su privilegiada ubicación para presentar más y mejores eventos deportivos y espectáculos. El América sigue ganando y PlayCity, con 18 casinos activos, sigue creciendo. 

La colocación de títulos de Ollamani no fue propiamente una OPI, sino una escisión de Televisa. Al desprenderse de activos no estratégicos, Televisa se puede enfocar en su negocio core, mientras que sus accionistas recibieron una atractiva empresa con la flexibilidad para gestionar patrocinios de manera autónoma. Por el momento todos ganan. Ojalá que así se mantenga.


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Julio Serrano Espinosa
  • Julio Serrano Espinosa
  • [email protected]
  • Presidente del Centro de Estudios Espinosa Yglesias
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