La primera idea que deja o tal vez refrenda 1994, la serie documental de Netflix dirigida por Diego Enrique Osorno, es: no se nos dan las transformaciones apacibles. En el cuarto de siglo transcurrido desde entonces, escalamos posiciones hasta afianzarnos entre las 15 economías más fuertes; sin duda desarrollamos medios más críticos e independientes; contrapunteamos al poder presidencial con organismos autónomos; la llamada sociedad civil —esa que hoy la izquierda dice que es de derechas— se hizo más fuerte y consciente de sí misma, y cambiamos varias veces de partido en el poder y hasta de régimen. Pero el arranque no fue fácil. Va el recordatorio: ese año, mientras firmábamos el TLC, asesinaron a Colosio y a Ruiz Massieu, se levantó el EZLN y entramos al sexenio de Ernesto Zedillo con una crisis de proporciones apocalípticas. Si algo bueno nació de ese año, que sí, nació en un parto difícil. Osorno acaba de estrenar el primer relato televisivo de largo aliento sobre esos días. Y el relato es muy bueno.
Ensamblada talentosamente con abundante material de archivo, la serie no trae grandes revelaciones —sí una respetable cantidad de detalles inéditos—, pero no solo reconstruye aquella convergencia de historias con gran eficacia narrativa —la dirección es de aplauso—, sino que consigue los testimonios, hoy, de muchos de los protagonistas de ese año que vivimos en peligro. Las voces de Carlos y Raúl Salinas, del procurador Lozano Gracia, del Subcomandante Marcos y otros zapatistas, de los que fueron involucrados criminalmente, entre muchas dudas, en el caso Colosio —Othón Cortés, Rodolfo Mayoral—, reviven 25 años después para conformar un mosaico de testimonios de mucho valor, testimonios que, más allá de la muerte del candidato, hacen un retrato inteligente, íntimo, de aquella época definitoria.
Buena noticia para la TV, si podemos llamarla así, el estreno de 1994, que en todo caso sirve para lo que siempre ha servido la buena televisión: para pensarnos.
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A propósito del caso Colosio y el aciago 94, bien harían en conseguirse Matar al candidato, la novela gráfica expresionista, virtuosa, dura, de F.G. Haghenbeck y Bef, publicada por Sexto Piso.
@juliopatan09