Las guerras han resultado un mecanismo económico para los países dominantes, quienes administran el orden mundial, y cuando su economía tiene problemas declaran una guerra o la promueven, pues parece un buen negocio.
Sin considerar los motivos estratégicos rusos y después de que encampanan al presidente Ucraniano, prometiéndole apoyo y respaldo de la OTAN y norteamericano, éste se atreve a desafiar abiertamente al gigante ruso, intentando colocar una base de la OTAN en territorio Ucraniano y, demasiado tarde, ya comenzada la guerra, se queja de que lo dejaron solo. Pero era de preverse que ni Estados Unidos ni Europa le declararan la guerra a Rusia por Ucrania, pues Rusia no es Cuba ni Venezuela.
Sin embargo ahora se pretende convertir la guerra contra Rusia en una guerra financiera, mediante un bloqueo económico que comenzó bloqueando el gasoducto Nord Stream 2 porque, según Alemania, Rusia reconoció a territorios separatistas. También se le dejaron de comprar bienes y servicios a Rusia, pero este país también puede nacionalizar las empresas extranjeras y sus activos monetarios en respuesta. Ahora Biden piensa quitarles los bienes que tienen en Europa a los oligarcas rusos, ¿pero bajo que cargos?
Bancos como el mundial y el FMI quieren prestarle dinero a Ucrania y, claro, dejarla sobreendeudada. Por su parte Rusia ya prohibió sacar capitales y dinero de su país, también aplicarán control de cambios, así como elevar la tasa de interés; los exportadores ahora deben cambiar su moneda extranjera en rublos.
Estados Unidos piensa profundizar el bloqueo, pues ahora algunos legisladores norteamericanos pretenden presionar a Janet Yellen, secretaria del Tesoro, para que impida a Rusia utilizar 17 mil millones de dólares de reservas del Fondo Monetario Internacional; pero el Banco Central Ruso dice no tener temor. Todo eso violenta más el conflicto.
¿Todos contra Rusia? Hay que apretar, pero no ahorcar, pues arrinconar al gigante ruso puede agrandar y agravar el conflicto a otros países y las consecuencias de ello serían terribles para el planeta. Ya dijo Putin que no dudará en usar su arsenal nuclear; Biden asegura que “Putin no tiene ni idea de lo que se viene”, pues él sí lo sabrá, pero esperemos que esto se resuelva pronto y que la sangre no llegue al río.
Julio César Vega Olivares