Política

¿Marchar por la democracia?

  • Columna de Juan Noé Fernández Andrade
  • ¿Marchar por la democracia?
  • Juan Noé Fernández Andrade

Poco más de 130 millones 260 mil personas habitamos México.

De esa cifra, en la Laguna conurbada en números cerrados vivimos un millón 364 mil seres humanos. 

Torreón registra 750 mil, Matamoros va por los 110 mil, Gómez Palacio otros 340 mil, y Ciudad Lerdo 164 mil. La suma es con datos del INEGI.

Si me quedo con lo que la prensa local informó del número de participantes en la marcha “El INE no se toca”, en Torreón participaron 3 mil 500, y de Matamoros, Gómez Palacio y Lerdo no se ofrecieron números. ¡Ah!, se me olvidaba: en Saltillo 2 mil.

Seamos benévolos y digamos que ocho mil personas se agruparon el pasado domingo contra la propuesta –desconocida por la inmensa mayoría- del presidente López Obrador de reformar las leyes electorales y al organismo interpartidista.

Sé que la democracia, esa tan socorrida palabra del lenguaje político y medios informativos, y tan ajena a la realidad, no es de números, aunque lo sea para oficializar o no un resultado en las urnas.

La democracia pasa por terrenos que exigen respeto irrestricto a la libre expresión de ideas, de ideologías. ¿Encierra sus riesgos?, sí, lo sabemos. Entre éstos, innegable, el oportunismo de plumas y voces, el negocio, el mercenarismo, el comercio y la transacción política, el protagonismo y falsedad de quienes en su vida han hecho algo de veras por la democracia (no aceptan el empoderamiento de un pueblo, si nos apegamos al concepto del término). 

¿Hoy México es menos democrático porque no lo gobierna ni el PRI ni el PAN? ¿Hoy México es menos democrático porque se plantean reformas que buscan resarcir tantos años de daños y atentados perpetrados por gobiernos oprobiosos? 

¿El interés por la democracia es porque AMLO ha tocado estructuras anquilosadas, corruptas, caciquiles, autoritarias? De entre quienes marcharon el domingo, ¿cuántos lo habían hecho por otras causas? 

¿Habían levantado la voz por los pobres de Torreón, Matamoros, Gómez Palacio y Lerdo? ¿Por las mujeres víctimas de feminicidios? ¿Por las y los desaparecidos? 

¿Han acompañado a doña Silvia Ortiz y su movimiento de búsqueda de su hija Fanny, o por Edna Xóchitl y de otras numerosas personas en esa terrible situación? ¿Conocen el feo memorial de la Alameda por los desaparecidos?

Definitivamente, la marcha celebrada no fue clasista, sino terriblemente clasista. 

Y pregonando historias falsas, con panoramas irreales del país y de AMLO, reducida a la disputa, con toda su fuerza, de un México herido por ese pensamiento. 

El INE, como antes IFE, ha sido de ese grupo compacto de políticos como Salinas, Calderón, Fox y Peña, regodeados en la complacencia del supuesto árbitro electoral.

¿Cómo contrarrestar ese vendaval de mentiras? ¿Cómo impedir que haya efectos perniciosos y enfermizos de esos embates que a toda costa buscan meter miedo porque su obsesión es creer que el mundo es sólo para privilegiados? 

No tienen empacho, con sus argumentos balines, en construir su discurso y narrativa desde expresiones fascistas, llenas de odio, sectarias, racistas y discriminatorias.

Porque, ¿cuándo el IFE o el INE han sido ciudadanizado? Toda su estructura, hasta este 2022 ha sido acordada por todos los partidos políticos, una desgracia.

Entrecomillo y resumo lo que un panista torreonense, el único honesto a cabalidad que he conocido en mi no corta vida: 

“Yo no estoy de acuerdo con la marcha…ignoramos la iniciativa. … 

Esa famosa frase de ‘El INE no se toca’… ¡Claro que se toca! ¿O qué? ¿Todo es perfectible absoluto, correcto, verdadero y eficaz? El mundo evoluciona, las leyes se deben tocar, transformar. Pienso que es bueno, hasta donde he leído…”. 

Agregó que no le agrada que “los consejeros sean de los partidos, el intríngulis es: los (aspirantes) que sean de partidos políticos cómo le van a hacer, esa es la cosa. ¿Se van a deber a los empresarios que les den lana? Y si los postulan los partidos, se deberán a éstos… 

Definitivamente podrían ser académicos, de universidades públicas y privadas, sin línea de grillas ni de gobiernos locales, gente preparada, honesta. Y también, que el presidente no insulte, se pasa con los calificativos…”.

El tema da para mucho más. 

Estoy convencido de que los medios debieran dejar de lado los entornos provocadores. Ese periodismo tergiversa verdades y omite otras. 

México, en esta etapa, exige no solo gobernantes, autoridades, empresarios, mujeres y hombres honestos, probos, sino también periodistas legítimos, pro-fe-sio-na-les, no paleros del antiguo régimen. 

Un momento del país como el actual, obliga a otro ejercicio periodístico en la televisión, en la radio, en la prensa, en los portales.

Por ahora, los ocho mil laguneros y saltillenses que gritaron o portaron playeras con ‘El INE no se toca’ tendrían que marchar más, y sumarse a otras demandas sociales. 

Digo, para darles el beneficio de la duda de autodenominarse democráticos.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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