Política

En Coahuila, ¿corcho o lata?

  • Columna de Juan Noé Fernández Andrade
  • En Coahuila, ¿corcho o lata?
  • Juan Noé Fernández Andrade

En los primeros días de septiembre de 2021, el gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, “destapó” a su corcholata preferida –hasta hoy- Manolo Jiménez, para llevarlo de la mano hacia la elección de su sucesor al frente del estado. 

Su decisión provocó miradas y un siseo entre sus correligionarios priístas, y no precisamente de aceptación. 

Pregúntenle a Jericó Abramo Masso, a Román Alberto Cepeda –quien tiene listo un arsenal propagandístico y no deja de acariciarlo-, y en menor medida a la siempre disciplinada e institucional, Verónica Martínez.

A Manolo, Riquelme lo placea un día sí y otro también, lo llenó de elogios cuando el primero fue alcalde de Saltillo.

Todo iba viento en popa para el mandatario torreonense, un político pragmático hecho en los terraplenes del PRI y que por todas las formas que echó andar, se hizo de un control férreo al interior de su administración y de prácticamente la totalidad de las instituciones oficiales en Coahuila. 

Un manejo de ideas y voluntades, una política operada incluso en y desde medios de comunicación, y de un montón de opinadores. 

Para quienes sabemos un poquito de estos menesteres, coincidimos en que Riquelme se diseñó de una mejor imagen que sus dos antecesores, tanto al interior del estado como fuera. 

No es gratuito que, en momentos muy específicos, firmas encuestadoras lo han ubicado en lugares preponderantes al evaluar el desempeño de gobernadores.

Sin embargo, conforme se aproxima el tiempo para que los partidos políticos levantaran la cara hacia el Palacio de Gobierno, Riquelme y esa estructura que logró integrar, partidista, burocrática, sindical, empresarial, y de aplaudidores, ven ya con preocupación a la oposición que le peleará la elección el domingo 4 de junio de 2023. 

Las embestidas empezaron, en primera, segunda y tercera personas. 

Hay quienes creen que es viable que otro partido gane la gubernatura, que el electorado opte por ya no cruzar la boleta a favor del PRI, que priístas de viejo cuño sigan acercándose y aconsejando –como lo hacen hoy- a aspirantes de enfrente, que desde la Ciudad de México saquen y/o filtren documentos incriminatorios que asfixien a pasadas y a la actual administración, que golpeen a Juan para decirle a Pedro que la fiesta está por acabarse, y que, en fin, la situación de aparente fortaleza del priísmo coahuilense, quizá no sea tal.

Los demonios, los diablos, las traiciones, las falsedades, la encuestitis inútiles, señalamientos programados en La Mañanera presidencial, el desnudar verdades ocultas, el fuego amigo, el cruce de frases y expresiones retadoras, bravuconas, más el indefendible tema de la deuda pública; más los bajos sueldos y escasos empleos en la Laguna coahuilteca, el problema de la escasez de agua para las familias, las y los desaparecidos, los riesgos latentes de inseguridad, son parte del coctel que podría hacer una explosión paulatina. 

Por eso, ya en la actual dirigencia del Instituto Electoral de Coahuila buscan afanosos a los próximos nuevos relevos. 

Obligadamente quieren que sean adhoc.

Por obvias razones, el resultado de la elección del año entrante derivará en un nuevo ciclo, en otra historia. 

¿Alguien puede vaticinar desde ahora ese resultado? ¿En Coahuila se repetirá lo que sucedió en Durango hace tres semanas? 

¿En qué consiste votar y para qué y para quiénes? Si fuera una apuesta y como en antaño, la pregunta sería ¿corcho o lata?

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.