Existe demasiada preocupación e incertidumbre en torno a la mala, pero esperada, noticia respecto a la no ratificación del gobernador del Banco De México. Alejandro Díaz de León es un hombre preparado que inició e hizo carrera en el banco central. Por algunos años interrumpió esta carrera para ir a Pensionissste, a la Secretaría de Hacienda y Bancomext, por mencionar algunos. En 2017 regresó como subgobernador de Banxico y en diciembre de ese año, el Presidente lo nombró gobernador por cuatro años, periodo que concluye este próximo diciembre.
Hago esta breve descripción curricular para destacar lo más importante que debe tener un gobernador de banco central: conocimientos, capacidad técnica, experiencia y un criterio independiente. ¿Por qué digo que era esperada la noticia? Porque todo Presidente busca un banquero central de su equipo y línea de pensamiento. Para efectos prácticos, Díaz de León es un neoliberal que en su momento formó equipo con un régimen de las mismas características. Era de esperarse que el Presidente ponga a alguien de su confianza y régimen. Recuerden lo que hizo Trump con Yellen, que, sin importar su buena gestión, tan pronto pudo quitarla lo hizo, para designar a Powell.
¿Estoy preocupado con esta noticia? No, no estoy preocupado porque creo que el escenario más probable es que llegue alguien con experiencia y credenciales suficientes para el puesto. El Presidente debe ser el más preocupado, porque la disciplina fiscal continúe, las finanzas públicas se mantengan sanas y que la inflación no se salga de control. Esto último es fundamental para que la estabilidad de su gobierno y de los programas sociales continúen. Me parece una mala noticia porque los mercados y yo veíamos con buenos ojos al actual gobernador.
Independientemente de la persona que llegue, debe preservarse la autonomía de nuestro banco. Las reservas y su uso también son de uso exclusivo del banco y no por poner a alguien “a modo” dejarán de serlo. Además, hay una junta de gobierno integrada por cinco miembros que, aunque muchos son designados por esta administración y aprobados por el Senado, deben velar por esta institucionalidad y autonomía.
No estoy defendiendo a nadie pero, repito, si llega alguien capaz, todos estos rumores y especulaciones en torno al banco serán solo eso. Ahora, si llega alguien incapaz y sin experiencia, sí es de altísima preocupación lo que pueda ocurrir al final de este año. El Presidente propone y el Senado aprueba esa designación, una razón más para votar el 6 de junio y buscar equilibrar fuerzas y crear contrapesos.
Hablando de inflación, ayer salió la cifra nueva y hasta la primera quincena de mayo bajó moderadamente a 5.80%, empieza a bajar de su nivel máximo de 6.20%. Ojalá y como decía en mi nota anterior, esto sea coyuntural y no estructural y que pueda seguir bajando poco a poco. De seguir así, un 4.70 a 5.50% de inflación es probable y la actuación del Banco de México puede incluir un par de alzas hacia el final del año.
El tipo de cambio sigue siendo atractivo y a $19.80 creo que vale la pena invertir bien en esa moneda. A los que me han preguntado cómo veo los mercados después de la elección les respondo: si hay un reconocimiento de los resultados, un mayor equilibrio de fuerzas, mucha participación y sin alborotos sociales, el impacto puede ser positivo.
Juan S. Musi Amione
@juansmusi