Política

Facebook en crisis y tú en canicas

  • Columna de Juan María Naveja Diebold
  • Facebook en crisis y tú en canicas
  • Juan María Naveja Diebold

El pasado lunes, durante más de cinco largas horas, estuvieron fuera de servicio las plataformas de Facebook: WhatsApp, Instagram y la que lleva su propio nombre. Hasta el momento, la compañía no ha revelado la causa de la falla, pero hay rumores en internet que se puso a la venta la información de mil quinientos millones de usuarios. Para una compañía para la cual su único activo productivo es la confianza que tienen sus usuarios en ella, es un golpe alarmante. 

A la vez, Facebook se encuentra en tela de juicio por su rol en la manipulación de información que se comparte en sus plataformas. Desde hace años la red social ha sido acusada de prestarse a esparcir información que sabe que es falsa tanto en temas de opinión como en eventos puntuales como las elecciones estadounidenses y el golpe de estado en Myanmar. En las últimas semanas, el escrutinio se ha intensificado porque una alta ejecutiva adentro de la compañía ha filtrado comunicados y declarado ante los medios con evidencia que, al contrario de lo que ha testificado su fundador y jefe operativo, Mark Zuckerberg, la compañía ha estado consciente de la falsa información que difunde e incluso ha tomado medidas que la multiplica. 

No conozco a nadie que no use ninguna plataforma de Facebook, aunque sea solo WhatsApp, y todos compartimos información personal, profesional, económica o de opinión que no quisiéramos que fuera pública. Implícitamente confiamos en Facebook, o quizás más precisamente, la comodidad de su plataforma es tal que estamos dispuestos a darle toda esa información a cambio de su conveniencia. No sería fácil integrarse al mundo actual sin revelarle información “secreta” a Facebook y, por lo mismo, sus prácticas de privacidad y editorial son temas de salud y seguridad pública que nos conciernen a todos. Cuando nos quejamos de corrupción gubernamental, crimen organizado y avaricia empresarial, Facebook debería ser de los primeros nombres que nos vienen a la mente.   

Al ser presentada con estos argumentados, la mayoría de la gente cree que no tiene nada que esconder o que es adecuadamente cuidadosa con el uso de las redes sociales (y sí, WhatsApp es una red social), pero eso es porque no entienden bien la forma en que Facebook usa su información y cómo un evento como el del lunes los puede exponer. 

Asumamos que el usuario en cuestión es un monje que creció en un monasterio budista. Es vegano, nunca ha lastimado ni a una cucaracha, no tiene relaciones afectivas, todas sus opiniones son de amor y paz, nunca ha hablado mal de nadie y sale en una paz y serenidad austera y humilde en todas sus fotos. A pesar de la santidad del usuario, Facebook tiene su información demográfica y de ubicación; puede describir sus intereses a la perfección porque mide no solo lo que busca y ve dentro de sus redes, pero también en sus buscadores rastrea cuánto tiempo dura en cada imagen o palabra y en qué enfoca su mirada; también tiene no solo lo que él publica, sino todo lo que le envían o lo menciona ¿Se siguen sintiendo seguros? 

No pierdan su tiempo y sueño borrando sus perfiles o apps, es una realidad más del mundo contemporáneo como cuidarse del crimen o el tráfico, pero tenemos que hacer una conciencia colectiva de que una compañía que te cobra sus servicios a cambio de tu información, la va a utilizar.

Juan María Naveja Diebold

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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