Como nunca un hecho puede marcar a México, al Ejército y por supuesto al gobierno en turno.
La detención del general Salvador Cienfuegos marca un antes y un después tanto en la relación México-Estados Unidos, como en el impacto que ya tiene para nuestro país.
A reserva de esperar a que la DEA detalle con precisión, responsabilidad y contundencia el porqué de esta detención, no debe pasar desapercibido que la etapa electoral que vive Estados Unidos y sobre todo Donald Trump, quien ha demostrado ser capaz de todo con tal de reelegirse.
No es asunto menor el paso que da el gobierno americano con esta acción.
El presidente López Obrador aseguró hoy por la mañana en su conferencia mañanera que no existe ninguna investigación en contra de Salvador Cienfuegos. En la misma, el presidente reitera su confianza y apoyo al Ejército y la Armada, sin embargo, dentro del discurso permanente de López Obrador en contra de la corrupción no tendría cabida, un ejército antes de esta administración y otro a partir de ella; tanto el Ejército como la Armada de México, son instituciones que las integran las mismas personas, es decir, a pesar de que fue él quien designó al actual secretario, la lucha ha sido permanente por parte de las fuerzas armadas por no permitir dentro de sus filas ilegalidades o bien la comisión de delitos.
De inmediato, al conocerse la noticia de la detención, surgen voces que se llaman expertas, induciendo que los mandos actuales de Sedena, estuvieron al servicio de Cienfuegos. Quien incita con lo anterior, no comprende que es parte de la naturaleza militar por sus escalafones y organización que así haya sido.
La mesura por parte de Sedena ante este hecho debe reconocerse y seguramente al momento de que la DEA dé a conocer más información, se fijará una postura sobre este hecho.
Hasta este momento, todo lo que se analice serán conjeturas sin sustento ni objetividad. Lo que es una realidad es que, a pesar de que el actual gobierno no quiere tener ninguna relación con el pasado inmediato, Cienfuegos tiene una carrera militar que gran parte del Ejército reconoce y suscribe.
Desafortunadamente, si la crítica a la estrategia del presidente López Obrador ante el apoyo que recibe de las fuerzas armadas, era hasta ayer constante e injusta para el Ejército, esas voces han desplegado desde anoche toda una campaña para poner en duda su honorabilidad, lo cual es lamentable.
Se debe demostrar la culpabilidad de Cienfuegos ya que, hasta este momento, es inocente.
