Política

La tropa nueva

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La necesidad es la que en su gran mayoría mueve a un ciudadano a pertenecer a las tropas de cualquier ejército del mundo.

México no es la excepción y desde la creación del instituto armado, las tropas han sido siempre el corazón, motor y fuerza del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea de este país.

Mujeres y hombres, en su mayoría de bronce, orgullosos y, a la vez, obedientes a lo que la disciplina les marca y el mando les ordena. Desde su ingreso, la mezcla de la vida civil con la militar les genera una condición única entre los mexicanos, ya que comprender el por qué del sacrificio y del esfuerzo para proteger y defender a los ciudadanos no es fácil.

Una vez dentro de la vida militar o naval, también debe comprenderse que los mexicanos descansan su seguridad en sus soldados; las amenazas que todos los ciudadanos tienen por el hecho mismo de vivir un país con fortalezas y debilidades.

Los soldados mexicanos de tierra, mar y aire provienen directamente del pueblo; son pueblo uniformado y en ello radica la esencia de las fuerzas armadas. Conocen mejor que nadie al país, a su gente, sus costumbres, por supuesto sus necesidades y temores.

Las mujeres y los hombres que forman a las tropas mexicanas son los grandes servidores públicos de este país, y a pesar de que se les reconoce y en la gran mayoría de los mexicanos hay un respeto real por ellas y ellos, debe insistirse en que su valor es permanente, y por lo menos los últimos 20 años de la vida nacional lo demuestran.

En 1943, el general Francisco L. Urquizo escribió la novela Tropa vieja, obra que describe lo que era y representaba esa tropa que nació con la Revolución mexicana.

Evidentemente, esas tropas quedaron orgullosa y dignamente en la historia.

Las y los soldados de hoy son mujeres y hombres modernos, actualizados y conscientes de las necesidades de los mexicanos, con una perspectiva y prospectiva propias de todo lo que el Ejército y la Armada tienen como responsabilidad en este país.

Atrás quedó esa tropa vieja, de la que muchas veces, por ignorancia, algunos llamaban pelones, guachos o quién sabe cuantas cosas más. Hoy son mujeres y hombres de fibra, de grandes sacrificios personales y familiares, ya que quienes se encuentran desplegados en operaciones, pasan más de tres meses sin ver a sus familias.

Hoy, son mujeres y hombres que aceptan su responsabilidad y adhieren a sus personas la convicción de que México y los mexicanos los necesitan. A diferencia de otras épocas, hoy tienen acceso a información y crítica que algunas voces insisten en producir; sin embargo, si hay quien conoce la realidad de nuestras fuerzas armadas son solamente ellas y ellos.

Atrás quedó la tropa vieja que no tenía otra opción de vida para medio salir adelante. Hoy, el instituto armado les ofrece a sus tropas condiciones de trabajo dignas, de rutas profesionales de largo plazo, una seguridad social que, aunque perfectible, es mucho mejor que otras, debido a la organización y administración que tanto Sedena como Semar les brindan.

Desde aquí, un homenaje a las mujeres y los hombres que integran la tropa y la marinería de México.

Desde aquí, el agradecimiento de muchos mexicanos que diariamente reciben su esfuerzo para poder vivir más tranquilos.

Siempre.

¡Fibra, valientes!


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Juan Ibarrola
  • Juan Ibarrola
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  • "Columnista de seguridad y Fuerzas Armadas. Creador de @CadenaDeMando, colaborador @Milenio. Todos los sábados y lunes a las 18:00 hrs @mileniotv"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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