Los calendarios deportivos suelen presentar novedades y atracciones poco usuales.
Los deportes profesionales, beisbol y futbol, se pusieron de acuerdo para juntar en un mismo lapso a cuatro instituciones de esta región del norte del país.
Sultanes de Monterrey y Unión Laguna, más Tigres de la UANL y Santos tienen su cita poco amorosa.
El programa satura los días 19, 20 y 21 de julio, de viernes a domingo. El futbol en sábado.
Este tipo de raras coincidencias con sus respectivos encuentros y modalidades regocija a la región, entusiasma a los que pretenden encontrar diversión y de paso rivalidad.
En el beisbol, la competencia es cercana, disputada, con intercambio de posiciones, no así en el futbol.
Las regiones pueden presumir algo cada una con sus éxitos del pasado aunque con presentes incómodos.
Es deporte y diversión pero también es disputa por un honor regional que involucra más a las aficiones que a los jugadores.
Pero se siente algo distinto en el momento de exhibir los hechos.
Beisbol y futbol luchando por una supremacía, supuesta jerarquía no oficial pero reconocida por la tradición y las buenas costumbres.
El interés de los que saben lo que esto significa sobrepasa un resultado que puede ser parcial.
Los Algodoneros vienen de ganar de visita su serie contra los Dos Laredos. Santos arrastra la cobija. Dos contrastes llenos de nostalgia, regocijo, desesperación, y más entusiasmo.
Conocemos la sana rivalidad y la que no es tanto. Es la ocasión para saber apreciar más lo que estas cuatro instituciones nos regalan.
El deporte ofrece alegría a la región por medio de Regios y Laguneros.
