Pumas transita por las mismas condiciones que Santos; ambos aspiran a un objetivo que parece común, es por ello que el partido entre ellos se convierte en trascendente aunque parezca mentira.
Los laguneros con 20 puntos, con un empate podrían rebasar al Monterrey por la diferencia de goles. Es por ello que meterse al incómodo recinto del “Goya y el Cachún” es demasiado estrujante.
Lo que haga o pueda hacer Santos deberá ser tomado muy en cuenta porque debemos establecer que las incomodidades son muchas. Los universitarios también tienen argumentos para destacar; están en la misma condición que los laguneros.
La alineación de Almada tendrá la fortuna de no empalmar, necesariamente, a Valdés y a Da Cruz porque ellos poseen características muy parecidas, aunque a la postre la lesión de uno será determinante para poder disolver este aparente problema.
Todos los partidos ganados valen tres puntos pero este compromiso, debido a las circunstancias en que se va a celebrar (pospuesto y ya para terminar la competencia) encierra un atractivo diferente.
Es como la última oportunidad para ambos ya que pueden aprovechar viendo de lejos o de cerca a los otros. Sus respectivos perseguidores van a estar atentos al partido para empezar a elucubrar si pueden o no.
El consuelo es mínimo dentro de lo grande que esto representa. Es donde el hecho de haber ampliado a doce los calificados, le regala al torneo un encanto diferenciado, no guste o no.
El subcampeón vigente tiene el momento a su favor aunque sea en tierra extraña y naturalmente agreste. La tarea no es sencilla.
Es por ello que debemos ser comprensivos de antemano ya que los “rebeldes” están esperanzados a que ellos gocen su localía y rebasen a los comarcanos. Alerta todos porque algo diferente puede suceder.
Es el misterio de nuestra competencia a la cual destrozamos con facilidad pero no le agradecemos ese diferente atractivo que nos impulsa a siempre estar muy pendientes de qué puede acontecer.
Nadie como nosotros (nuestro futbol organizado) es capaz de entretener tanto; a costa de lo que sea. A la postre de eso se trata; entretener.