¿De qué se trata? Vender bien el alma de forma graciosa y regalar puntos por doquier.
Los proyectos (en caso de serlo) no funcionan ya con ningún entrenador.
Bienvenido Ignacio Ambriz esperando que esta encomienda logre modificar la trayectoria de la institución.
Muy buenas ventas en dólares al lado de pésimos torneos.
Excelente labor gerencial con nefasta actuación deportiva. Siempre, lo que sucede en el campo, primero pasó por la oficina, antes de facturar.
En la conformación del plantel de hoy intervino el técnico recién despedido.
Las muy conocidas tres terceras partes para formar el proyecto, no funciona o en las tres se están cometiendo serios errores. Aquí radica la revisión a fondo. El distanciamiento de la afición es sensible.
Es la señal más clara de que algo del proceso debe cambiar. No hacerlo conduce al mismo lugar donde se está hoy.
La tarea es ardua, obvio. Pero seguir igual con el mismo plantel no arroja la esperanza suficiente para confiar. La meta máxima ya con nuevo entrenador está corta.
Cabe preguntar otra vez. ¿Realmente hay proyecto? La incomodidad financiera mata toda ilusión de la tabla de posiciones. La debacle es institucional no sólo deportiva o de jugadores.
Si así lo quieren, sería bueno que avisen cuando hayan logrado sus propósitos porque todos andamos desorientados.
Hoy es volver a empezar casi como si nada incómodo hubiera pasado.
