Con la ventaja de un gol que tiene América pero regresando a la casa de los regios, se abren todas las opciones posibles para determinar al campeón.
¿Usted que desea que suceda? En la ida nos agradaron con distintas novedades porque los norteños, al quedarse sin uno de sus distintos jugadores, no pudieron reponerse a ese incidente.
Un golazo le puso la energía suficiente al compromiso y con eso se entusiasmó el país entero. Tener a los millonarios en desventaja era ya motivo de alarma en un amplio sector de aficionados.
Pero el gusto tuvo muy poca vigencia. La caducidad de la vida misma se encargó de revivir intereses.
El empate estuvo salpicado de ciertas dudas reglamentarias porque: ¿Entonces cuándo es falta al interrumpir la visibilidad del portero?
La duda sobre si es o no gol válido crece porque el fantasma de pretender ayudar siempre al mismo no desaparece.
Pero ahí no terminó la partida porque Monterrey nunca supo dónde estaba parado porque la ausencia temprana del lesionado mentalmente lesionó a todos.
Olvidemos el tricampeonato porque aunque pueda ser válido, la casa azul tiene la obligación, primero, de jugar mejor y luego ganar para seguir respirando.
Las complicaciones se le avecinan.
Si Monterrey no es campeón: ¿Despedirán al entrenador? Porque la vara se la pusieron alta a Fernando Ortiz y su aparente filosofía institucional no puede verse quebrantada y no soporta humillaciones.
De ser América el campeón será necesario preguntarnos con seria profundidad:
¿Por qué Tigres, Pumas, Toluca y Pachuca han levantado la gran copa en la cara y en el estadio de los Rayados?
Aquí radica la incógnita y también está la respuesta.
Monterrey no ha sabido hacer buenas relaciones con los campeonatos porque en su casa lo desprecian.
Algo habrá.
