Detener los torneos para facilitarle la vida a la FIFA es parte de las desdichas del futbol mundial.
Es la demostración del poder en una sola vía.
Darle crédito al América es otorgarle las cartas credenciales para proclamarlo tetra campeón lo cual equivale a que los otros participantes se declaren comparsas de una fiesta donde todos aportan pero sólo uno disfruta.
Pensar en el Club Santos Laguna es abrirle la puerta a la desgracia; es planear muy bien la mejor forma para deshacerlo.
Es tirar a la basura lo que tanto costó y es destruir emociones que ninguna empresa es capaz de producir.
Cuando hicieron el bien, lo hicieron muy bien. Ahora que están haciendo el mal, también lo están realizando muy bien.
Los dos equipos Regios se afanan por destacar. Pretenden que el país los observe con detenimiento y que durante las semanas del torneo les reconozca su gran aportación.
Cada jornada viven su liguilla sin importar el rival.
Las Chivas existen y respiran por tantas heridas que tienen. Son el fiel reflejo de que esto se llama “historia” porque el pretérito tiene más valor que el posible futuro.
Se les quiere sea como sea; como estén. No las aprobamos pero se les aprecia.
El arbitraje mexicano puede estar fuera de forma sobre todo porque el futbol mundial tiene un muy fuerte retraso reglamentario.
Este deporte está hecho para ser desleal sin importar las consecuencias.
El español contratación novedosa de Rayados fue expulsado. ¿Es en serio lo que anda haciendo; o vino a burlarse de la Liga y de quien lo trajo? Surgen muchas dudas de su lealtad.
No seamos ingenuos.
El Tricolor compitiendo genera muchas dudas; muchas. Javier Aguirre es muy buen agente para ofrecer excusas por doquier.
¿Ya le otorgamos el campeonato al América; o todavía existe un valiente para detenerlo?