Nacimiento
De manera inevitable, el peso de la historia cayó sobre Messi, porque al futbol le sobrevive Pelé, pero a Messi, le falta futbol por vivir. Fallecidos Di Stéfano, Cruyff y Maradona, el vínculo entre Pelé y Messi, separados por 47 años, se vuelve imprescindible. De alguna forma, el juego encuentra herederos para depositar su futuro. Messi tenía muchas más cosas en común con Maradona que con Pelé, sin embargo, es descendiente directo. Podemos decir que son el abuelo y el nieto que sostienen la familia. Si el ciclo de vida de esta clase de jugadores se cumple, el sustituto de Messi ya nació en alguna parte.
Renacimiento
Detrás del muro se desató un infierno: humo, sirenas, extintores, paramédicos, helicópteros y un hombre entre las llamas. Cuando el coche de Romain Grosjean se partió a la mitad estallando por los aires, el mundo de la F1 contuvo la respiración: fueron los 20 segundos más largos de los últimos 20 años. Momentos después, Grosjean logró escapar del accidente dejando una auténtica carroza de fuego. Se habla tanto de sistemas en la F1, que olvidamos que dentro de esas máquinas viajan hombres de carne y hueso jugándoselo todo. Gracias a los avances tecnológicos, muchos pilotos pueden seguir contándonos historias: el Haas de Grosjean, más que una cápsula de seguridad, fue un vientre que le dio la vida.
Extinción
La carrera de Mike Tyson fue fulminante, como su vida: le bastaban segundos para terminar con sus rivales, en cuestión de minutos facturaba millones, y en pocas horas despilfarraba fortunas. Tyson nunca valoró el tiempo, hasta que un día fue noqueado por la delgada manecilla de un reloj. Uno de los boxeadores más letales de la historia había perdido el tiempo. Su regreso, un homenaje del viejo Mike para el joven Tyson, nos presentó la batalla de un hombre que busca ser recordado. El problema es que Tyson vivió, compitió y pasó tan rápido, que al verlo nos parece demasiado lento: el vencedor de su última pelea volvió a ser el tiempo.