Policía

La mordida de un asesino serial

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La noche del 15 de enero de 1978, en Tallahassee, Florida, una joven llamó a la policía para denunciar la intromisión de una persona en las instalaciones de la fraternidad Chi Omega de la Universidad Estatal de Florida.

Horas después, la policía informó que las estudiantes Lisa Levy y Martha Bowman habían sido asesinadas con un objeto contundente.

El jefe de peritos forenses indicó que Levy fue golpeada en la cabeza, violada y estrangulada. Por otra parte, su compañera de habitación, Margaret Bowman, también fue golpeada en la cabeza y, ya sin sentido, murió estrangulada con un par de pantimedias. Ninguna de las jóvenes opuso resistencia.

Para la fecha en que Lisa Levy y Martha Bowman sufrieron el ataque mortal, el asesino en serie Ted Bundy había cometido, oficialmente, 22 ataques a mujeres, de las cuales había cuatro desaparecidas (continúan en ese estatus), dos sobrevivientes y 16 muertas.

Las autoridades sospechaban que el ataque había sido producto de Bundy, cuya cadena de homicidios había comenzado en el estado de Washington y, tras cruzar la Unión Americana asesinando, ahora caminaba por los suburbios de Florida.

El forense concluyó que el atacante había utilizado un garrote de madera. Solo que el agresor se había llevado el arma utilizada. El equipo de laboratorio recabó muestras de sangre y de esperma, pero no fueron concluyentes.

Uno de los investigadores forenses encontró lo que parecía ser una marca de mordida en la nalga izquierda de Lisa Levy, prueba que se convirtió en la pieza principal del juicio a Bundy y que a la postre significó la ejecución del asesino en la silla eléctrica.

Sin embargo, no resultó fácil que Bundy accediera a proporcionar una impresión dental, fue necesaria una orden legal de registro para lograr el objetivo.

Después de decenas de pruebas, correspondió al Dr. Lowell Levine, consultor jefe en odontología forense, concluir que la mordida coincidía con la dentadura de Ted Bundy, quien fue condenado a la pena capital.

“La mordida de Ted Bundy” fue el primer caso de un testimonio de esa naturaleza, en los anales criminales de Estados Unidos, que se convierte en una evidencia sustantiva para condenar a un criminal a morir en el cadalso.

@compalobo

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José Luis Durán King
  • José Luis Durán King
  • [email protected]
  • Periodista; estudió en Historia en la UNAM y desde hace más de 20 años escribe la columna de periodismo negro “Vidas Ejemplares” en Notivox los jueves cada 15 días. Autor de los libros Gentiles caballeros del terror, Vidas ejemplares. Asesinos en serie y De la región al mundo.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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