El cargo a inventar a Fernando Elizondo comenzó a levantar suspicacias. Le ven dobles intenciones, lo cual no suena muy sano para la marca de los independientes.
Puede darse con toda la argumentación jurídica a fin de cumplirle al ex panista lo prometido en campaña después de su afiliación a las filas broncas.
El detalle son las intenciones finales. No sólo darle funcionalidad al Gabinete del nuevo Gobierno Estatal. El análisis de algunos va más hacia al futuro político del propio Rodríguez Calderón.
Un ex legislador hace observación de notario y la califica como una cesión de derechos o en su defecto como testamento, es decir, para "cuando ocurra lo que tenga que suceder, todo esté arreglado".
Veremos qué tan juiciosos y analíticos resultan los nuevos legisladores y enfrentan como abogados del diablo la propuesta. Ya dieron muestras de no tener mucha resistencia. Salvo excepciones.
Si hay aprobación debe ser con candados fundamentados en leyes y reglamentos. De lo contrario la sospecha de un arreglo sonará a que los independientes cargan en sus alforjas las mismas mañas de su pasado priista o panista.
Llámele si quiere concertacesión actualizada, dice el ex legislador.
