Mientras los alcaldes en sus informes presumen la reducción de la delincuencia en sus sectores, la contabilidad de 26 asesinatos en 14 días del mandato de Jaime Rodríguez en verdad asusta.
Bandera de su campaña y su acto de heroísmo en los ataques sufridos cuando alcalde de García, obligan al nuevo gobierno estatal a ser excelente en materia de seguridad.
La muerte no puede rondar por las calles mientras en el Palacio de Gobierno se desenreda la maraña jurídica del nuevo representante del área o que lleguen los nuevos alcaldes.
Aquí es donde valen las acciones entronas y decididas. Coordinarse con quien haya que hacerlo. Pero una nueva de ola de violencia ya no se acepta.
Y menos cuando por meses en campaña se presumió de arrojo y valentía ante tales adversidades.
Esperamos nos cumplan o le llamamos al Llanero Solitario.
