Fernando Elizondo ya es coordinador ejecutivo. La mesa se la sirvieron a modo. Ahora depende de él poner en juego su experiencia a favor de Nuevo León.
Los muy escépticos lo ponen, en términos beisboleros, a calentar el brazo por lo que pudiera suceder con Jaime Rodríguez, a quien le ven espuelas para ir por la candidatura a la Presidencia de la República.
Verdad o mentira, Fernando Elizondo podrá conocer los entresijos de la administración al dedillo.
Sería en su caso un buen gobernador sustituto, si se cumplen los supuestos de la Constitución del Estado.
No adelantemos vísperas. Esperemos que Elizondo sea el contrapeso serio, formal y efectivo frente a la explosividad bronca del gobernador.
Lo deseable es que se complementen. Si el tiempo y las circunstancias ofrecen otra cosa, ya veremos.
