La secretaria de Educación Esthela Gutiérrez y el gobernador Jaime Rodríguez deben conocer de manera directa una labor de voluntariado real.
Una embotelladora, sus proveedores, padres de familia, alumnos y maestros unidos van al rescate del entorno de tres escuelas que operan en un mismo plantel.
Convocados por el maestro Jaime García Palacios, aquel maestro entrón quien estrujó a los que lo escucharon revelar del caso de dos niñitas de 11 años, una madre y otra embarazada, se unieron a la causa.
Escobas, palas, material de construcción son sus auxiliares. Su mejor arma es su convicción de apoyar a niños y jóvenes en su preparación académica y personal. Hacerlos de bien.
Nadie cobra. Todos trabajaron ayer sábado. ¿Cuántos nos anotamos para hacer lo mismo? Hay mucho por hacer. Ya nos pusieron el ejemplo.