Decía el filósofo y ensayista José Ortega y Gasset “yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo”. El mundo que vivimos nos condiciona, siempre dentro del margen de nuestro carácter y de nuestro libre albedrío.
Este viernes 21 de septiembre se presentará en el Teatro de Cámara de la Unidad Torreón de la UAC mi libro Revolución del sufragio, un esfuerzo editorial y de organización que culminará con la venturosa circunstancia que significa el apoyo material, intelectual y moral de mi familia y de un grupo inolvidable de amigos que se comprometieron con este proyecto. A todos va mi agradecimiento por siempre.
No resisto la tentación de compartir con mis lectores el recuerdo de lejanos momentos de la infancia, en los que en familia y a la luz de una lámpara de petróleo, con la guía de mis padres leímos Carlo Magno y los Doce Pares de Francia y Robinson Crusoe, dos novelas clásicas de aventuras, mezcla de historia y de ficción que dejaron honda huella en mi ser.
Si el libro es una de las creaciones más relevantes del ser humano porque ayuda a conservar y a transmitir la cultura, la ciencia y la memoria histórica, Revolución del sufragio es el testimonio de una mirada crítica sobre acontecimientos políticos que hemos vivido en los últimos dos años en La Laguna, Durango, Coahuila y a nivel nacional. Es una lectura personal desde una óptica responsable que no puede sustraerse del debate político y de la libre expresión de las posiciones ideológicas.
Es mi convicción que 1988 con la “caída del sistema” marca un antes y un después en la historia electoral del país. A partir de ahí viene el derrumbe de la Comisión Federal Electoral y de las comisiones estatales electorales que conducían desde el gobierno el resultado en favor del partido hegemónico del gobierno. Las elecciones de 2016 y 2017 en Durango y Coahuila precedieron al 1 de julio de este 2018 que fue en los hechos un golpe de Estado desde las urnas en contra de la imposición y del fraude electoral, una verdadera revolución del sufragio.
