Ave de tempestades para muchos, polemista, tribuno, político, reformador, estadista que ve más allá de los complejos problemas de México y que siempre tiene propuestas viables de futuro. Porfirio Muñoz Ledo un mexicano que tiene un sitio especial entre los grandes de la historia política del país.
Su biografía es extraordinaria desde su infancia hasta nuestros días. Nace el 23 de julio de 1933 y el próximo 1 de septiembre ya cumplidos 85 años tomará posesión como diputado federal. Todo indica que será quien presida la Sesión Solemne de Congreso General y conforme al protocolo le hará entrega formal de la Banda Presidencial al nuevo mandatario de los Estados Unidos Mexicanos.
Porfirio es un político que brilla más que el puesto que ocupa, fue secretario del Trabajo y de Educación, presidente nacional del PRI y del PRD, aspirante presidencial en varios sexenios, embajador ante la UNESCO y la Unión Europea, Representante Permanente ante la ONU, presidente del Consejo de Seguridad de la ONU cuando México formó parte del mismo y en los últimos 30 años Senador de la República y diputado federal en varias legislaturas, diputado constituyente y autor del proyecto de la primera Constitución de la hoy Ciudad de México.
Fulminante en el debate de las ideas, vitoreado siempre en la plaza pública, fue el primer diputado de oposición que contestó un informe presidencial, el tercero de Ernesto Zedillo en el que luego de condenar al “poder Absoluto” afirmaría que “a partir de hoy, y esperamos para siempre, en México ningún poder quedará subordinado a otro y todos serán garantes de los derechos ciudadanos, de la fortaleza de las instituciones y de la integridad y soberanía de nuestro país”.
El 1 de septiembre este gran mexicano de nuevo comparecerá frente a la historia. Después de remontarlo todo en su lucha por la democratización del país, con la entrega de la Banda Presidencial al presidente Andrés Manuel López Obrador, el héroe de mil batallas PML culminará un sueño de vida y un ciclo de la insurgencia democrática de México.