Manténgase en calma cuando otros estén furiosos y pierdan la cabeza. Usted tiene el control de sus emociones, no lo pierda, que después puede arrepentirse de una acción cometida en un momento de descontrol.
Recuerde que cada discusión tiene, al menos, tres puntos de vista: el suyo, el del otro y los de terceros, los que probablemente están más cerca de la objetividad. Siendo más versátil y viendo las cosas desde otras perspectivas enriquecerá su punto de vista.
Cálmese antes de hablar. Entienda que la relación es más importante que la discusión. Dele más relevancia a las personas que a las opiniones. Nunca se arrepienta de tratar muy bien a la gente.
Busque siempre el lado positivo y agradable, aún de las situaciones más complicadas y dolorosas. Eso le ayudará a pasar más fácil los momentos difíciles y a convertir los problemas en oportunidades.
Habitúese a preguntar y, sobre todo, a escuchar las respuestas. Pregunte antes de reaccionar.
No haga o diga nada que pueda herir o hacerles daño a otros. Recuerde que todo lo que haga o diga se devolverá. La gente no recuerda tanto lo que usted dice o hace, sino la intención con la que lo dice o lo hace.
Sea consciente de la diferencia entre análisis amigable y crítica destructiva. Observe si el propósito de sus palabras es ayudar, desahogarse o hacer daño. Entienda que si tolera a los demás, ellos también serán pacientes con usted en los rasgos no muy gratos de su personalidad.
Reconozca sus errores y acepte sus responsabilidades. No olvide que un conflicto bien manejado fortalece la relación y le ayuda a aprender de las diferencias. Autor anónimo.
Amigo lector: cierto que con sus pensamientos siembra las semillas de las que germinan sus alegrías, tristezas, éxitos y fracasos, y que la elección entre pensar en pequeño o pensar en grande siempre será solo suya. ¿Por qué optar por pensamientos mediocres?
Construya su destino. Cambie su forma de pensar y su actitud. Asuma su responsabilidad. Transforme en oportunidades los embates de la vida y en aprendizajes los golpes de las adversidades.
Adopte un pensamiento ganador que, así como piensa y siente, así hablará y actuará. ¿Qué opina?
