El desacato a las disposiciones gubernamentales para combatir el COVID 19, se está reflejando en el alarmante aumento en el índice de casos positivos por coronavirus, mismos que muchos terminan en decesos, los cuales son muy dolorosos, pues el contagiado muere en absoluta soledad y aislamiento, sin tener la oportunidad de despedirse de sus seres queridos.
Pareciera que no estamos entendiendo que el mundo está librando una conflagración mundial, ante un enemigo invisible y hasta ahora invencible, de seguir la insolencia de mucha gente, que no solo se expone a ser contagiada por el virus letal, al convocar a reuniones sociales, verbenas o mítines políticos como las recientes elecciones aquí en Coahuila y no se diga en EE.UU, donde las imágenes hablan por sí solas.
Siempre se ha dicho que ante grandes males, grandes remedios.
Las autoridades hasta ahora, han estado multando a los infractores y clausurando locales donde se rentan para eventos masivos, y aun así, cada fin de semana siguen celebrándose eventos sociales de todo tipo y de todas las clases sociales, y por obvias razones el incremento de contagiados satura los hospitales privados y públicos, al punto de tener que buscar en otras ciudades como Monterrey ayuda hospitalaria.
En Ciudad Juárez Chihuahua, algunos nosocomios se han visto en la necesidad de sacar los cadáveres a las banquetas, para que sean levantados por los servicios funerarios y llevarlos directamente al panteón, donde muchos van a fosas comunes.
Estas imágenes son similares a las vistas en la época de la peste negra en Europa.
De continuar la desobediencia civil a las disposiciones gubernamentales y seguir realizando fiestas privadas sin autorización previa, las autoridades pueden decretar que los asistentes a dichos eventos, en lugar de ser multados o detenidos en la ergástula municipal, con el riesgo de contagiar a sus captores y al personal de la cárcel municipal, mejor sean retenidos en el domicilio imponiéndose un periodo de cuarentena obligatoria, similar a la aplicada a los cruceros donde se ha detectado turistas contagiados.
Es decir, si en los operativos para detectar eventos sociales sin autorización por escrito de autoridad competente, se detecta una fiesta, a los asistentes se les impedirá salir del domicilio, por el riesgo de propagar el COVID 19, dicho confinamiento consistirá en no menos de 15 días, condicionando la salida a un examen previo.
Y de aplicarse los primeros confinamientos domiciliarios, en ese momento se detendría paulatinamente, la loca carrera de contagiados y muertes producto del virus letal, aunado a la esperanzadora vacuna que está por salir.